La novedad del universo pan-radical es que, esta vez, por motivos vinculados al deseo de enterrar el recuerdo aliancista y salir definitivamente de perdedores, ninguno de sus principales actores quiere sacar los pies de UNEN. Ni Julio Cobos, ni Ernesto Sanz; tampoco Hermes Binner y ni siquiera Elisa Carrió juegan a dos puntas. No se arman operaciones demasiado crueles ni se pelean por los diarios. Saben que en 2015 serán un rival competitivo de las alternativas peronistas si consolidan la coalición de la UCR, el socialismo, la fuerza de Carrió y, eventualmente, el macrismo. Desde ese esquema unificado, pica en punta como presidenciable un radical extraño, de carisma discutible y ajeno al aparato: Julio César Cleto Cobos, el hombre que fue kirchnerista y volvió de la expulsión de “por vida” de la UCR.
Según la encuesta de Federico González y Cecilia Valladares, el ex vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner es el candidato de UNEN con mejores chances en todos los escenarios electorales planteados: obtiene el 11,1% en el peor de los casos, y el 12,6% en el más optimista. Y si bien queda en un cuarto lugar cómodo, Cobos se entusiasma con la posibilidad de sumar la intención de voto del diputado Binner, la de Carrió y la (bastante baja) del senador Sanz.
Si el porcentaje de Binner se trasladara en bloque (una hipótesis más matemática que política, aunque no del todo inverosímil), el mendocino rondaría los 20 puntos y pelearía por el segundo lugar.
El ingeniero incluso puntea las preferencias entre quienes votarían o no a UNEN, casi un punto y medio encima de Binner. El principal capital político de Cobos es su alto nivel de conocimiento, su imagen y ciertas ligazones personales (como la del diputado puntano José Luis Riccardo, que se impuso en el territorio hostil de los Rodríguez Saá) que suplen su falta de estructura territorial. Y además es un exitoso cultor de la foto política.
Pero la condición indispensable para que Cobos tenga chances reales, y no sea un mero sparring cansado y testimonial del peronismo (sea kirchnerista, sciolista o massista), es que UNEN no se desmigaje prematuramente. Con tal objetivo trabajan las segundas líneas de cada fuerza, en las que se destaca un ex coordinador alfonsinista, Jesús Rodríguez, como operador cerebral de Sanz, el presidente y dirigente orgánico de la UCR.
“Es importante no acelerar los tiempos. Yo decidiré qué lugar ocupar a principios de 2015”, le dijo Carrió a PERFIL. La diputada busca competir con Martín Lousteau, entre otros, por la alcaldía porteña. Los operadores panradicales se reúnen sin filtrarlo a la prensa, amasan los egos de sus representados y coinciden en apostar por una interna abierta que ordene las candidaturas.
Hermes pide unir fuerzas
El diputado socialista Hermes Binner destacó ayer la necesidad de “unir las fuerzas progresistas bajo un núcleo de ideas comunes” para tener “un país normal”, tras lo que criticó la corrupción y al vicepresidente, Amado Boudou, y pidió sacar la “mugre” del Gobierno.
“Tenemos que seguir luchando contra la mugre del narcotráfico, contra la mugre del juego y de la timba, todos estos males que corroen principalmente a nuestra juventud”, advirtió Binner al participar de una conferencia política en la Universidad Nacional de Córdoba. En este sentido, agregó que Boudou “hasta quiso quedarse con la máquina de hacer billetes”.