No sólo los peronistas comenzaron a oler sangre, los radicales K también ven debilidades en el oficialismo y han empezado a marcar diferencias. El primero en hacerlo fue el gobernador de Corrientes, Arturo Colombi, quien manifestó que "nuestra idea era otra y creemos que esto que se votó no resuelve el conflicto, pero lo importante es que siga habiendo diálogo".
"Lo que debemos lograr como Nación es salir del conflicto político al que se llegó como consecuencia de las medidas que motivaron la disconformidad del sector primario", agregó, despegándose de la orden oficial de aprobar el proyecto de retenciones sin modificaciones.
"Hay que seguir trabajando en la solución de fondo a través del diálogo y tratando de buscar las oportunidades que el país sigue ofreciéndonos a pesar de estos problemas", rubricó Colombi, quien apoyó publicamente al vicepresidente Cobos en su llamado al diálogo como solución del conflicto.
El correntino, además, se animó a enviarle un mensaje al bloque del Frente para la Victoria y a la propia Casa Rosada: " Es tiempo de mirar y aprovechar las oportunidades que se siguen presentando para crecer".
Según informa el diario Norte, "el correntino apoyó la postura de cuatro de los siete diputados por esta provincia que votaron en contra del proyecto oficialista" y remarcó que la senadora Anahí Sanchez, radical K, presentará una alternativa para establecer una escala de segmentación en varios niveles para la aplicación del impuesto, eliminar el sistema de reintegros y crear un Fondo Especial de Promoción Agropecuaria, coparticipable entre las provincias, entre otros puntos.