"Hay que jugar a la quiniela con Oyarbide. Todo le toca por sorteo. Qué culo!!!!!", publicó Jorge Rial en su cuenta de Twittter. Fue el día en que al juez federal amigo de Hugo Moyano y "La Mona" Giménez le resultó adjudicada (por sorteo) la causa que investiga la situación patrimonial de Sergio Schoklender.
Y es que, efectivamente, Norberto Oyarbide vuelve a tener a su cargo una causa sensible para los intereses del Gobierno, y parece que la casualidad ya no es una razón creíble, tal como publicó la Revista Noticias en su última edición.
Sucede que, si bien los sorteos judiciales se realizan actualmente mediante una computadora, para evitar posibles fraudes, sigue resultando al menos curioso que las causas que involucran a personajes ligados al kirchnerismo caigan en su mayoría en manos de Oyarbide.
A saber: el caso Skanska; la denuncia por enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Kirchner, que archivó en tiempo récord; la mafia de los medicamentos y el escándalo por el manejo de la obra social de Camioneros por parte de Hugo Moyano; el exhorto enviado desde Suiza pidiendo información sobre el líder de la CGT; la investigación por corrupción del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime; la causa de las escuchas telefónicas que involucran a Mauricio Macri, claro enemigo de los K; y ahora, la posible imputación que corre sobre el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
La lupa está puesta sobre la posible manipulación de los sorteos que hace la famosa computadora, colocada en la oficina de sorteos del segundo piso de los tribunales de Comodoro Py. La PC, que está al alcance de todos los empleados de la Secretaría General, tiene un sofware hecho a medida para dirimir los sorteos. Mediante un sistema aleatorio (random) elige el juzgado que llevará adelante la causa recibida. Oyarbide, parece, tiene más que mucha suerte.
Más información, en la última edición de la Revista Noticias.