"La he jodido, me quiero morir", le confesó a médicos de emergencias el motorman del tren de alta velocidad Alvia que descarriló en Galicia, Francisco Garzón Amo, quien fue imputado por la tragedia en la que hubo 78 muertos. Si bien hoy fue imputado y se negó a declarar, mañana estará a disposición de la Justicia española.
Garcón fue detenido ayer en la tarde, en el hospital en el que permanece ingresado imputado por "imprudencia", según explicó en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Galicia, Jaime Iglesias.
Iglesias dijo que Garzón Amo está "imputado por un hecho delictivo vinculado a la autoría del siniestro" y que la declaración policial se puede producir "en cualquier momento", mientras que la judicial podría tener lugar mañana incluso en el centro hospitalario donde permanece detenido.
A pesar de su presunto arrepentimiento por haber circulado a 190 km por hora una curva cerrada -lo que hizo que volcaran 13 vagones- los familiares del empleado de la empresa estatal Renfe borraron ayer por la mañana su cuenta de Facebook: porque allí había diálogos que podrían comprometerlo aún más a Garzón ante la Justicia.
Confesión de parte. En su perfil había un diálogo del 8 de marzo de este año con un usuario llamado "José Fernández", quien le manifestaba al maquinista que estaba circulando a 200 km por hora ("a toda hostia"). "Frenaaaa", le aconsejaba esa persona. Garzón parece disculparse por "no poder correr más". "Sino me multan", se excusaba.
Al día siguiente, en su misma cuenta en esa red social, el motorman de la tragedia ferroviaria de Galicia bromeó: "Qué gozada sería ir en paralelo con la Guardia Civil -un cuerpo militar-policial del gobierno español- y pasarlos haciendo pasar el radar. Je je menuda multa para Renfe je je".
De hecho, minutos después del siniestro, sus superiores lo llamaron a su celular para que les explicara qué había pasado. Su respuesta fue: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer".
No contestó. Hoy el conductor se amparó en su derecho a no responder a las preguntas durante el interrogatorio policial en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela, en el que permanece ingresado por las heridas en el accidente. El conductor permanece en el hospital, custodiado por un operativo policial.
"Frenaaa". La empresa gestora de las vías férreas, Adif, indicó que el maquinista debería haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona en la que se produjo el accidente para lograr la velocidad indicada.
Tras el descarrilamiento del tren que cubría la línea entre Madrid y Ferrol, Garzón declaró que había tomado a 190 km por hora una curva cuya velocidad máxima está fijada en 80 km por hora.
El presidente de Adif, Gonzalo Ferre, aseguró hoy que "todos los sistemas de seguridad funcionaron" y que el conductor tenía una hoja de ruta con todas las indicaciones para "controlar la velocidad", informó la agencia española EFE.
Garzón trabajaba desde 2000 como maquinista, primero como ayudante y desde 2003 ya como conductor. "Llevaba más de un año operando esta misma línea", dijo el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar.