Lejos del ritmo casi frenético que llevó los últimos años, la justicia federal suma, en el último tiempo, algunos movimientos y parece demorar otros, al tiempo que mira expectante lo que sucede en el Poder Ejecutivo, el Legislativo, y en la cabeza de su propio poder, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que debe resolver sobre el traslado de jueces.
En tanto que en el Congreso está, con media sanción, el proyecto de ley de reforma judicial, que tiene su principal eje en el fuero federal, así como también despierta atención el conocer lo que terminará recomendando el Consejo Consultivo creado por Alberto Fernández, que tiene en vistas posibles reformas en diversos órganos de la justicia.
En los tribunales de Comodoro Py, sede porteña del fuero federal, aunque con diferencias, nadie ignora que la decisión de la Corte, que se espera para los próximos días, tendrá un fuerte impacto, sea lo que sea lo que se decida. Parte de los consultados sostienen que, se tratará de todo un mensaje, no sólo al interior de la justicia, sino también y fundamentalmente de cara al poder político, en el marco de un momento tenso. El máximo tribunal deberá fallar respecto de la situación de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, quienes fueron trasladados durante el macrismo y el oficialismo resolvió volverlos a sus puestos de orígenes.
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Los caminos del oficialismo y la justicia también se cruzaron y fueron noticia esta última semana. Fue cuando se conoció la decisión de la Oficina Anticorrupción (OA) de cambiar su rol y bajarse de la querella de 32 causas de corrupción, 28 de ellas vinculadas al kirchnerismo. La decisión no asombró en los tribunales federales de Py, donde tramitan ese tipo de causas. Sostienen que el organismo, aunque cuestionado históricamente, había comenzado a plasmar sus nuevos lineamientos en mayo pasado, cuando se bajó de su rol como querellante en “Hotesur” y “Los Sauces”, las dos causas que se juzgarán juntas e involucran a CFK y sus dos hijos, Máximo y Florencia.
El último miércoles, poco después de conocerse su nueva impronta, la OA concretó su baja en el expediente de los cuadernos de las coimas. Ese caso, uno de los más sensibles para el kirchnerismo, tiene pendiente decisiones trascendentales que deben salir de la Cámara de Casación, vinculadas a los planteos de las defensas, que buscan derribar la causa. La decisión también acarreará consecuencias y eventualmente terminará en la Corte.
En tanto que en materia de juicios, mientras avanza el de Obra Pública, el primero que tiene a CFK en el banquillo de los acusados, y el de la Ruta del dinero K que involucra a Lázaro Báez se adentra en su tramo final, la gran mayoría de los que involucran al mundo de actuales o ex funcionarios, siguen pendientes de comenzar.
