La Cámpora lograba conformar, al cierre de esta edición, un bloque de entre 27 y 28 diputados nacionales propios y aliados, que serán conducidos, aunque no se sabe si formalmente, por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner. El primogénito de Cristina fue electo por la provincia de Santa Cruz y hará su debut en la arena de la política a los 38 años. Comandará, entre otros, a los miembros de la cúpula de su organización, Eduardo “Wado” de Pedro, Andrés Larroque, Axel Kicillof, Juan Cabandié y Mayra Mendoza. Su tropa forma parte del traspaso generacional que prometió Cristina Kirchner antes de finalizar su mandato.
Serán los soldados más leales al kirchnerismo puro. Porque fueron “formados” durante la “década ganada” y ascendidos por el poder político pingüino. Pero su rol estará sujeto a lo que pretenda la actual jefa de Estado. Si prefiere mantener un rol activo después del 10 de diciembre, La Cámpora será su “brazo armado” para condicionar al futuro presidente de la Nación desde el poder legislativo. CFK por ahora tiene planeado retirarse los primeros meses al sur, para descansar, después de dos mandatos consecutivos de gobierno.
Para liderar el bloque de La Cámpora, el hijo de la Presidenta ya se está preparando para abandonar su perfil bajo. Aunque no le agrade, sabe que tendrá que codearse con la prensa porteña a diario, lo que requerirá de tener una imagen más abierta a la opinión pública. Su idea es hacer trayectoria en el Congreso y postularse, dentro de cuatro años, a la gobernación de Santa Cruz. Quiere seguir los pasos de su padre. Su rechazo a hablar en público se notó, incluso, durante una videoconferencia con la Presidenta, este mes, cuando le pasaron el micrófono y se negó a hacer uso de la palabra. Ahora, pasará a estar hasta cuatro días por semana en la Ciudad de Buenos Aires.
Pese a ser hijo de dos presidentes, Máximo hizo su primera aparición pública recién en septiembre de 2014, al encabezar un acto en Argentinos Juniors, en el que brindó varias definiciones políticas y develó sus características como dirigente político. Hasta entonces, no se le conocía ni la voz. Después de ese acto, siguió manejando su figura con mucho hermetismo, hasta que decidió postularse como candidato a diputado nacional por Santa Cruz.
El mayor número de diputados camporistas entra por la provincia de Buenos Aires. Al menos siete legisladores de la agrupación fueron consagrados en la elección de ayer. Otros, como el porteño Juan Cabandié o el santacruceño Mauricio Gomez Bull, tienen mandato hasta 2017.
Después, entraron otros candidatos de distintas provincias del interior del país. Para ver qué papel jugará La Cámpora en el Congreso habrá que esperar a ver el rol que tome Cristina Kirchner en la política doméstica.
Hasta ahora, se comportaron como fieles ejecutores de lo que solicitó la Casa Rosada. Aunque la cantidad de diputados que tienen es menor a la que tendrán después del 10 de diciembre
Una performance sinuosa
La Cámpora fue protagonista de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires para jefe de gobierno porteño con una muy mala performance. Su candidato, Mariano Recalde, no solo no entró al ballottage, quedó detrás de Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau. Pero con la lapicera de la Casa Rosada y la voluntad de Cristina Kirchner tuvieron la oportunidad de lucirse. La jefa de Estado colocó a la plana mayor de la agrupación y a las segundas líneas en lugares expectantes para entrar al Congreso de la Nación y en las legislaturas provinciales. Ahora tendrán una cuota de poder importante, que estará al servicio de Cristina Kirchner