Padre rico y padre pobre es un libro escrito por Robert Kiyosaki basado en la educación financiera que Kiyosaki recibió de su “Padre Rico” en Hawái, el padre pobre era su padre genético. Muchos lectores creen que el “Padre Rico” del libro es realmente el fundador de las tiendas de Hawaii ABC Stores, otros una creación literaria de Kiyosaki.
El libro está plagado de consejos como: “Ahorrar dinero no va a hacerte rico.” “Los ejercicios físicos mejoran la salud, los ejercicios mentales mejoran la riqueza, la pereza destruye ambos.” Consejos que algunos de ellos, generaron polémicas por no ser apropiados para todo tipo de público.
Pero lo importante es el interés que despertó la educación económica, el libro se convirtió en un bestséller comparable con la saga de Harry Porter. Durante los últimos 25 años Kiyosaki publicó veinte segundas partes de su libro, creó la empresa Cashflow Technology para licenciar todas las formas de la marca “Padre Rico”: desde juegos de mesa de educación financiera, programas de televisión como “Por qué los ricos se hacen más ricos”, y hasta co-escribió un libro con Donald Trump, quien se hizo famoso con un reality de televisión de educación (mala en su caso) financiera: The Apprentice, programa de la cadena NBC, que era un concurso en el que participa un grupo de aprendices a empresarios compitiendo por 250 mil dólares y un contrato para dirigir una empresa.
No solo Trump hizo carrera política con ese programa. En Brasil, Joao Doria, conductor de O Aprendiz, la versión brasileña del mismo programa, llegó a gobernador del estado de San Pablo, en población y producto bruto equiparable con toda la Argentina. También otro conductor de The Apprentice llegó a gobernador de otro estado, aun mayor: California, me refiero a Arnold Schwarzenegger.
Hubo The Apprentice en Australia, en Alemania (se llama Big boss), en Bulgaria, Colombia, Dinamarca, España, Eslovaquia, República Checa, Estonia, Finlandia, Geogia, Grecia, Holanda, Hungría, India, Indonesia, Irlanda, Italia, Mongolia, Nueva Zelanda, Noruega, Oriente Medio, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Suiza y Turquía.
Obviamente los argentinos tenemos otra forma de relacionarnos con el dinero, pero no estamos menos interesado en la materia sino más. Las continuas crisis y nuestros fracasos en convertirnos en el país desarrollado generan un interés por la economía, que se lo ejemplifica en la frase tantas veces repetida: “en los países desarrollados nadie sabe el nombre de su ministro de Economía”.
En Estados Unidos hay tantos canales de noticias generales, como canales de noticias económicas, los más conocidos son Bloomberg y CNBC que, además, tienen versiones locales en todo el mundo, sumado a que en la mayoría de los países se agrega un canal de noticias económicas local. Que en la Argentina no lo hubiera es sin duda un síntoma al que cada uno podrá asignarle causas diferentes.
Muchos periodistas tienen una ceguera paradigmática con la matemática, y por carácter transitivo con la economía, la consideran “una herramienta de manipulación al servicio de los poderosos para continuar siendo poderosos”, siempre insisto en que la matemática no es ni de derecha ni de izquierda, es una herramienta como el martillo que le sirvió a Miguel Angel, para esculpir el David de igual forma para Piero Cannata, quien rompió un dedo del pie izquierdo del David con un martillo que llevaba oculto en su saco, uno de los seis atentados que sufrió la hermosa escultura de Miguel Angel.
Por los 50 años de estancamiento económico que nuestro país cumple en 2024, Argentina precisa, más que muchos otros países, desarrollar conocimiento financiero de todo tipo: de divulgación, periodístico y académico
Ha Joon Chang, el célebre economista coreano, sostiene que “necesitamos entender la economía no solo desde un punto de vista económico, sino también desde un punto de vista político, social y psicológico”. Algunos analistas aseguran que la veintena de libros de Ha Joon Chang son lectura obligatoria para cualquier partido político que se tome en serio la búsqueda de soluciones.
Y de la misma forma que los programas de estudio básico y medio debería tener programación como materia obligatoria, finanzas personales debería ser igualmente obligatorio en todos los colegios. El BID tomó de las pruebas PISA el nivel de alfabetización financiera de alumnos de 15 años, y la peor performance la tuvieron los alumnos latinoamericanos.
Perfil, con Canal E, aspira desde este año comenzar a contribuir al desarrollo del conocimiento económico en los campos de divulgación y periodístico; y el año próximo, cuando ya está aprobada su Universidad, dedicar una de sus facultades a la Economía para completar su aporte también en el plano académico.
Un posdata: antes de compartir el video con el tráiler de Canal E, deseo aclarar que este texto no fue escrito por Chat GPT.
Muchas gracias.
