La novela del conflicto docente sumó un nuevo capítulo ayer cuando desde la conducción nacional llamaron a un paro el 5 de abril, que se pegará con el general que convocó la CGT para el día siguiente. A eso se le suma que en la provincia de Buenos Aires, al cierre de esta edición, se debatía extenderlo también para lunes y martes con lo que la gobernadora María Eugenia Vidal tendría que afrontar cuatro días más sin los chicos en las aulas.
En la Casa Rosada, como en el Ministerio de Educación, a cargo de Esteban Bullrich, reforzaron la idea de que no se convocará a la paritaria nacional, como que tampoco se dará el brazo a torcer en la Provincia. “La postura se va a defender a muerte, si no, la gente hubiera votado, como dijo María Eugenia, a Aníbal Fernández. Acá vamos a cambiar las cosas”, le dijo a PERFIL uno de los integrantes de la mesa chica de Mauricio Macri.
Un dato que repitieron en varias oportunidades fuentes oficiales es que desde diciembre de 2015 se triplicaron los aportes nacionales para pagar fondos que pasaron de $ 8,5 millones a casi $ 24.
“Encima nos quieren correr con que bajamos el presupuesto, cuando en realidad en términos reales es mucho mayor que en 2016, lo que pasa es que con la gran cantidad de obra pública que encaramos para este año el porcentaje queda menor”, respondieron desde la Rosada ante la consulta por la denuncia de los docentes de recortes en los fondos.
A la par del anuncio de paro, los gremios de la Provincia le enviaron una carta a Vidal en donde le solicitaban una reunión de carácter urgente. En el entorno de la gobernadora confirmaron la recepción de la misma, pero no quisieron dar una respuesta oficial aún. “Se recibió y estamos evaluando, pero en la carta dice que ofrecen que no quieren hacer paro para negociar y ya hay dos días confirmados de huelga”, dijo uno de los principales colaboradores de Vidal.
Dudas propias. Es que la ex vicejefa de Gobierno porteño también tuvo que salir en la semana a marcarle la cancha a los propios: durante una de las últimas reuniones que mantuvo con su equipo se deslizó la chance de ceder un poco más en el conflicto a lo que rápido respondió que no se va a mover de su postura.
“Llegamos a perder casi tres semanas completas de clases. El capital político que se pudo haber perdido no puede derrocharse”, explicó uno de los asiduos colaboradores, que además adelantó que el objetivo va a ser continuar con el proceso para la quita de personería de los gremios por violar la conciliación obligatoria. El titular de Suteba, Roberto Baradel, también comenzó a experimentar, según sus pares, el desgaste del conflicto. Para ellos la carta marcó una estrategia para que la pelota quede del lado de la Provincia. Además, en las bases ya empezó a mostrarse enojo con lo que denominan como “los paros por WhatsApp”, debido a que la conducción no hace anuncios formales sobre las medidas de fuerza.