La guerra sin cuartel entre traficantes y policías armados, que tiene paralizada gran parte de Río de Janeiro, lleva ya cinco días y las muertes no dan tregua: ya son 23 los narcos fallecidos, en un violento combate sin antecedentes. La policía decidió hoy avanzar con más fuerza en la favela Vila Cruzeiro, por medio de vehículos blindados y helicópteros, y armados con ametralladoras, lo que provocó que decenas de traficantes armados intentaran fugarse por las colinas de la favela, en busca de refugio en una de las zonas más fuertes y mejor armadas del narcotráfico.
Así las cosas, la violencia no sólo continúa, sino que amenaza con crecer cada vez más hasta convertirse en una guerra urbana sin precedentes en una ciudad que es nada menos que la subsede del Mundial de Fútbol en 2014 y organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016.
La huida de los narcos se exhibió hoy a través de imágenes aéreas del canal TV Globo, que mostraban caminos de tierra flanqueados de espesos matorrales y antenas de transmisión eléctrica por los cuales decenas de narcotraficantes cargados de fusiles y mochilas transitaban corriendo en grupos, mientras otros subían la colina en autos y motos en un intento desesperado por huir de las fuerzas policiales, que hoy avanzaron la favela con seis vehículos blindados de combate y equipados con ametralladoras.
Según se reportó, los traficantes buscan refugio cuesta arriba, zona a la que caracterizaron como el punto más profundo del Complejo del Alemán, un conjunto de favelas del cual forma parte la Vila Cruzeiro y en donde está uno de los puntos más fuertes y mejor armados del narcotráfico de Río de Janeiro.
Esta mañana, casi 200 de efectivos, helicópteros y al menos seis vehículos blindados ingresaron en la Vila Cruzeiro en un operativo sin precedentes contra los narcos, a los cuales se atribuye la ola de violencia vivida en la ciudad desde el domingo. Por primera vez desde que las autoridades iniciaron en 2007 los operativos contra el crimen organizado y de pacificación de las favelas para desalojar a los narcotraficantes, vehículos militares de gran porte son utilizados contra los delincuentes.
Según medios locales, el operativo de hoy es conducido por la policía militar (PM) y los tanques conducidos por fusileros navales.
Tras cinco días, la ola de violencia derivada de atentados criminales y acciones policiales dejó ya al menos 23 muertos. Desde el domingo el pánico se extendió a avenidas y calles de diferentes barrios de Rio de Janeiro, subsede del Mundial de Fútbol en 2014 y organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016, con una ola de violencia marcada por los incendios de decenas de vehículos y atentados contra puestos y patrullas policiales. El escenario de guerra urbana que se estableció en Rio de Janeiro tiene paralizada a buena parte de la ciudad, especialmente en la zona norte, donde se concentraron los ataques de los delincuentes.
Fuente: AFP