En medio de un riguroso operativo de seguridad, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró una nueva plata de zapatos de la marca Grimoldi y aseguró que en la Argentina "queremos financiamiento para producir, no para especular" y cargó contra los que se dejan hipnotizar por los "cantos de sirena" y "creen más en lo que dicen afuera".
Sin especificar nombres, la mandataria cargó contra los "sectores de la dirigencia a los que siempre les importó más que lo que dicen los de afuera que los de adentro" y agregó que su intención es "poner a argentina en el mundo, no como la intentaron poner como país de servicio o un lugar de capital especulativo", sino como un espacio productivo.
Afuera de la planta, luego de un tractorazo un centenar de productores rurales expresó su rechazo a la visita de la presidenta a Arroyo Seco con un escrache ante la atenta mirada de la policía. Sin embargo, el hecho pasó desapercibido por Cristina en su discurso, en el que sólo se abocó a subrayar la importancia de agregar valor a los productos para insertarse en el mundo.
"A la fabrica Grimoldi la han visitado sólo dos presidentes, una, las que les habla y el otro que se llamaba Juan Domingo Perón", recordó la presidenta quien añadió en tono gracioso: "Kirchner va a odiarme por esto, porque le hubiera gustado ser él", dijo provocando la risa de los presentes.
La mandataria, que deslizó una critica al decir "incendiando nadie resuelve nada" en referencia a los desmanes de ayer, felicitó a quienes confían en el país: "No necesitamos empresarios buenos sino buenos empresarios", afirmó y le agradeció al empresario Grimaldi "haber apostado en el país, cuando muchos más poderosos no creyeron y vendieron sus empresas". Y luego, anunció que la desocupación en este trimestre "será del 7.8 por ciento, el 0,3 menos que en el mismo trimestre el año pasado", al tiempo que aseveró que "hoy los argentinos tienen el mejor salario mínimo de Latinoamérica".
Por último, trajo a colación su relación con los zapatos. "Yo cuando era chica usaba gomicuero, mi hijo Kickers, y luego todos Hush Puppies en la Patagonia", contó a los presentes y terminó su discurso con una fuerte imprenta positiva y deslizando una crítica a quienes critican el modelo. "Es bueno también tener hombres y mujeres que crean en la Argentina, que tengan confianza y que no crean que se esta pasando sólo un veranito económico como vienen presagiando desde 2003".