Anoche Soledad Silveyra volvió a la televisión. Y lo hizo con una entrevista a la presidenta Cristina Kirchner para su programa Un tiempo después. En un ambiente distendido, Cristina se refirió a diversos temas en los que sobresalieron su defensa de su gestión, las críticas que de la clase media, las acusaciones sobre su tono para dar discursos, los comentarios sobre su vida íntima y su relación con Florencia Kirchner, su hija menor.
Solita le preguntó por las críticas que recibe de aquellos que dicen que da cátedra cuando habla en el atril. "No sé por qué dicen eso, tal vez porque tengo vocación de docente. O tal vez les molesta que no lea porque muchos de ellos tienen que leer para enhebrar una idea que seguramente les dicen otros", ironizó Cristina.
En cuanto a las críticas que recibe desde la clase media, Cristina opinó que "hay mucho tema mediático, fundamentalmente en distritos donde lo mediático es muy importante. En Capital Federal, por ejemplo, siempre ganó De la Rua".
Al mismo tiempo la Presidenta dio su definición de lo que es el peronismo, al cual caratuló como una " experiencia histórica que todavía no fue superada. Es un movimiento capaz de producir seres como Eva Perón y al mismo tiempo seres como (José) López Rega".
La peor crisis durante su presidencia fue el conflicto con el sector agropecuario. Ante la consulta de Silveyra, Cristina indicó que "no hubo una crisis económica sino una discusión política, que tiene que ver con la distribución del ingreso. Son dos modelos de país", agregó la mandataria.
Cristina omitió hablar sobre Julio Cobos. La mandataria sólo lo definió como "el vicepresidente" y no dio lugar a mayores comentarios sobre su persona ni sobre su voto "no positivo" a la resolución 125 que desató la protesta del campo. "Fue algo que ya pasó", agregó Fernández de Kirchner. Y coincidió, tal vez queriendo, tal vez no, con las declaraciones de Cobos al momento de la votación: "La historia juzgará lo que ha hecho cada uno", agregó.
Vida íntima. Aprovechando la distendida entrevista sin repreguntas ni planteos sobre temas relacionados a la actualidad, Cristina se permitió hablar sobre su vida privada: "En Santa Cruz podía almorzar y cenar con Máximo. Con Néstor siempre almorzamos y cenamos. Nos gusta estar mucho en familia y con amigos", afirmó.
Sin embargo, no todo es color de rosa en Olivos para la Presidenta, quien admitió que " a Florencia es más difícil traerla a la mesa". "Los chicos tienen tendencia a comer en su cuarto, al lado de la computadora. (Con Florencia) Hubo peleas muy fuertes por eso, pero terribles. Incluso, hice cortar el sector de comunicación de Olivos", comentó en tono de madre la presidenta.
Uno de los temas obligados fue los cuestionamientos hacia el doble comando en toda la era K. Cristina desestimó la acusación: "A veces pienso que no debería hablar más con Kirchner, o no dirigirle más la palabra", dijo en tono de broma.
En cuanto a su juventud, la mandataria recordó que los pensamientos de las mujeres militantes no eran como los de las demás mujeres: "No éramos Susanita, éramos Mafalda". En aquellos años, Cristina militaba en la Juventud Universitaria Peronista mientras estudiaba Derecho en la Universidad de La Plata.
La jefa de Estado explicó que el gran cambio para ella fueron sus primeros meses en la quinta de Olivos en su rol de Primera Dama, "tal vez porque pensé que a lo mejor Néstor nunca iba a ser presidente". "Él fue presidente porque hubo un 2001 en el país, él, como Presidente, es hijo de esa crisis", enfatizó. Ante la pregunta de si volverá a ser Presidente, Cristina dejó la puerta abierta: "Faltan 20 millones de años, siglos, para 2011".
Otras cuestión que la Presidenta aprovechó para responder fue aquella que apunta a la falta de debate en su gestión. "El gobierno no debate, el gobierno gobierna. El debate es en el Parlamento. Una lecturita de la Constitución no le vendría mal a nadie", finalizó.