En su discurso de ayer al inaugurar una turbina en Campana, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntó contra los medios de comunicación porque siempre encuentran un “pero” en las obras que el Gobierno lleva adelante, dijo. Lo que obvió la presidenta fue que el 18 de marzo, en esa misma localidad, ella inauguró una turbina que no funcionaba, como denunció en su momento El Observador de Diario Perfil .
Ese día, Cristina Kirchner encabezó “la apertura oficial de la central termoeléctrica Manuel Belgrano (TMB SA) para dar una respuesta a los planteos sobre un probable faltante de energía. El problema es que esa usina aún no está operativa y que lo único que se hizo ese día fue montar un acto político, con escenografía y ficticio ruido de motores incluidos, para permitirle lucimiento a la mandataria”, destapó el 13 de abril el Diario Perfil , tras una recorrida por la planta.
En esa oportunidad, la titular del Ejecutivo Nacional fue retratada con un abanico por el fotógrafo presidencial. Y esa es, precisamente, una diapositiva que la presidenta no recordó al criticar a la prensa, pero de no haber sido por la prensa esa inauguración trucha hubiera quedado en la memoria como un logro más de la gestión K y como lo que fue: un teatro montando, con sonido de turbinas y todo, cuando la coyuntura le era desfavorable.
Ayer, la mandataria apuntó que los medios hablan en su contra porque "eso les sirve para un minuto de televisión, dos horas de radio o una página de diario". Aseguró que nadie se va a acordar de lo que dicen en un tiempo y que existen dos Argentinas "una que trabaja y otra que habla y se escucha a sí misma".
Su memoria la traicionó porque hace un mes, unas páginas de diario demostraron que no todo trabajo que se inaugura con bombos y platillos funciona, y eso forma parte de otra Argentina más, esa que el poder quiere ocultar.