El cepo “es solamente un instrumento de tortura”. Con estas palabras, y al encabezar un acto en la Casa de Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió hoy la política cambiaria y negó otra vez que exista un “cepo cambiario”. Luego, en una infrecuente actitud, cantó y arengó a cientos de militantes, desde un balcón interno de la Casa Rosada.
“Ese término no va”, dijo la mandataria en referencia a “cepo cambiario” y hasta negó que exista al asegurar que incluso “pueden viajar los que quieren” al exterior, en respuesta a supuestas restricciones.
En el acto, donde puso en funciones al diputado Martín Sabbatella como nuevo titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), la Presidenta afirmó que en su primer mandato “en la Argentina había una jauja cambiaria, una timba", y negó que ahora existan limitaciones a las transacciones en dólares, tanto para comercio como para el turismo, y dijo que cepo “es solamente un instrumento de tortura”, informó DyN.
Rodeada de funcionarios y militantes, fundamentó que desde "enero último hasta septiembre se han destinado casi 48 mil millones de dólares para pagar importaciones", para desestimar que haya una "inmovilidad" sobre la divisa norteamericana.
El jueves pasado, un alumno de la Universidad de Harvard le hizo mención en una pregunta al "cepo cambiario" y la Presidenta le aclaró que "en realidad, el cepo cambiario es un título mediático" y le señaló que hablar de ese tema, estando en Harvard era "un poco injusto con el resto de los argentinos".
En el acto de hoy, señaló que “todos los gobiernos tienen que tomar medidas para cuidar sus reservas, para reducir su vulnerabilidad”. En alusión a los medios, instó a que “busquen otro título mediático, cepo no va", ya que el cepo refleja "que todo está quieto” y que hay “inmovilidad", cuando en la Argentina no ocurre eso en el mercado de cambios.
La Presidenta, además, aseguró que "hay una libertad absoluta" para viajar al exterior y señaló que pueden salir del país "todos los que quieren", a pesar de las medidas impulsadas por el Gobierno sobre la compra de divisas extranjeras, que condiciona esta posibilidad.
Cristina Fernández sostuvo también que hubo una “timba especulativa con motivo de las elecciones” de 2011, en la que obtuvo la reelección y aseguró: “Se quiso presionar a esta Presidenta con una devaluación”.
Al terminar el acto, la mandataria salió del Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario, del segundo piso de Balcarce 50, y se ubicó en un balcón interno, con vista hacia el Salón de los Patriotas, donde permanecieron cientos de militantes que no pudieron ingresar al acto.
Desde allí, sin la compañía de ningún funcionario, la jefa de Estado alzó los brazos y acompañó los estribillos, que hacían referencia a "Néstor no se murió, lo llevo en el corazón, soy soldado de Perón".
La escena, poco habitual, se prolongó por espacio de cinco minutos, hasta que la Presidenta saludó y prosiguió el camino hasta su despacho, mientras que los militantes, de La Cámpora, Kolina y Nuevo Encuentro, entre otros, se marcharon cantando.