La presidenta Cristina Fernández afirmó esta tarde que "la verdadera batalla es por la igualdad de oportunidades en nuestros pueblos", durante un acto celebrado en el partido bonaerense de Almirante Brown. "Nadie es perfecto, yo tampoco, soy una mujer de carne y hueso, una mujer simple, con responsabilidades mayores", afirmó Fernández de Kirchner, durante el acto.
"Nadie tiene derecho a ser condenado a vivir en la pobreza solo por haber nacido pobre", afirmó la mandataria, acompañada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su antecesor, Néstor Kirchner.
Al abrir el acto, la Presidenta saludó a su marido con un enfático "queridísimo ex presidente", en un gesto que pareció destinado a replicar lo que salió publicado en la Revista Noticias.
La mandataria resaltó que “los hombres y mujeres elegidos democráticamente hoy tenemos el desafío de luchar contra la pobreza, la desigualdad y la inequidad social. Lo debemos hacer a través de las ideas. Aquellas que cada uno de nosotros tenemos acerca de que país y en que mundo queremos vivir”.
El discurso de Cristina en la localidad de Almirante Brown, al igual que los últimos que viene realizando, se centró en la “redistribución de la riqueza”. “Esos que crecen y pueden tener más riquezas, es necesario que den un poco de esa riqueza a los que solitos no pueden salir del hambre, la pobreza y el dolor”, fue la frase, repetida, que dedicó al campo.
Sin ser autocrítica, la Presidenta reconoció que “el crecimiento económico no ha llegado a todas partes. El Estado tiene que ir ahí donde todavía hay dolor, pobreza, donde falta educación y salud para reparar, para dar equidad”. Además, la mandatario manifestó que su "obligación no es acordarme de los que agravian" sino de quienes "con felicidad" tienden "la mano al prójimo".
Fuente: DyN