A pesar de su buena relación con el exarzobispo de Buenos Aires, el papa Francisco, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner prefirió asistir a su último Tedeum por la Revolución de Mayo en la basílica de Luján y no en la Catedral Metropolitana, donde sí estuvo el jefe de gobierno de la Ciudad y precandidato a presidente Mauricio Macri.
En la ceremonia oficiada por el arzobispo de Luján, Agustín Radrizzani, la Presidenta fue recibida por el gobernador de la provincia de Buenos Aires y precandidato a presidente por el Frente Para la Victoria, Daniel Scioli. Además estuvo acompañada por todo su gabinete y algunos gobernadores, entre ellos el ministro de Economía, Axel Kicillof, el de trabajo, Carlos Tomada, Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, su cuñada y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner y el ministro del Interior y de Transporte, también precandidato a presidente, Florencio Randazzo, quien en la última semana tuvo un cruce con su contrincante en la interna del FPV.
El arzobispo Radrizzani brindó un discurso conciliador. En él sostuvo que “es apropiado que nos reunamos para agradecer a dios”, agregó que “hay que volver a encarnar la cultura del trabajo honesto” y exclamó que “la Argentina quiere abrirse hacia un futuro luminoso”.
Durante su discurso, el Arzobispo también recordó al fallecido ex presidente Néstor Kirchner, destacó la restauración de la Basílica llevada a cabo por el Estado Nacional, la cual costó 158.076.540 pesos, y, para finalizar la oración, hizo mención al Papa, pidió que no haya odio ni peleas e hizo un chiste complice con la Mandataria.
Además de Radrizzani, dieron discursos representantes de del Islam, el Judaísmo, y el Evangelismo. El último brindó un discurso conciliador en el que destacó la buena convivencia interreligiosa que existe en la Argentina e instó a que no se rompa.
Al final las oraciones, el arzobispo de Luján sólo saludó a Cristina, a la que le dio un pequeño presente, y al Scioli. Luego partió junto a la mandataria a dar los credos, dando por finalizado su último Tedeum.