POLITICA
resolucion clave para la ex presidenta

Cristina podría quedar al borde de otro juicio oral en plena campaña electoral

La enfermedad de un camarista clave retrasa la confirmación de su procesamiento por integrar una supuesta asociación ilícita junto a Lázaro Báez. Novedades en la causa.

Cristina Fernández de Kirchner, con más complicaciones judiciales.
Cristina Fernández de Kirchner | Twitter: @CFKArgentina

Cuando ya esté en campaña para las elecciones del 22 de octubre, Cristina Fernández de Kirchner tendrá noticias sobre el primer procesamiento por corrupción en su contra. De confirmarse, la dejará a las puertas de un nuevo juicio oral. La decisión de la Cámara Federal para revisar su condición de jefa de una asociación ilícita que defraudó al Estado entregándole millonarios contratos de obra pública al empresario Lázaro Báez se esperaba para estos días. Pero un camarista clave pidió licencia por un problema de salud, a raíz de cálculos biliares. Es el juez Jorge Ballestero, el integrante de la Sala I de la Cámara, que oficialmente estará afuera de Comodoro Py hasta fin de mes, dijeron a PERFIL fuente judiciales. No obstante, Ballestero quizás regrese antes: ya lo demostró los primeros días de agosto cuando fue intervenido por un problema coronario y a las 48 horas estaba en Tribunales. Por lo pronto, esta semana seguirá de licencia y habrá que ver si regresa la próxima. Lo cierto es que, en cualquiera de los casos, el fallo llegará en plena campaña: el domingo 17 de septiembre se larga oficialmente la carrera por la banca que Cristina busca en el Senado.

El sábado, la ex presidenta tuvo su primera reacción a las noticias que llegan de tribunales. Lo hizo ante el pedido de indagatoria que formuló el jueves el fiscal Gerardo Pollicita por el presunto encubrimiento a Irán en el atentado contra la AMIA. “Los fiscales o jueces pueden firmar cualquier cosa que les manden desde la Rosada”, disparó. La resolución de citarla y el momento para hacerlo  está en manos del juez Claudio Bonadio, a quien recusó cada vez que pudo. Pero más allá de la batalla que libró el kirchnerismo contra la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman antes de morir, lo que debe analizar ahora la Sala I de la Cámara Federal es el primer procesamiento por corrupción que pesa sobre CFK: allí fue considerada jefa de una asociación ilícita que le entregó obra pública al empresario Lázaro Báez. De la banda, dijo en diciembre el juez federal Julián Ercolini, formaron parte el ex ministro de Planificación y hoy diputado Julio De Vido; el ex secretario de Obras Públicas, José López, preso por enriquecimiento ilícito; y el propio Báez, tras las rejas por la causa de la ruta del dinero K; entre otros. Ercolini avanzó en esa hipótesis y en los próximos días firmaría un segundo fallo en el que apunta hacia el rol que jugaron Martín Báez, hijo de Lázaro; el contador Fernando Bustos y ex funcionarios de Vialidad Nacional, señalaron fuentes judiciales.

Desde inicios de 2017, el fallo de Ercolini sobre la obra pública está a la vista del tribunal que integró Eduardo Freiler. Sin ese juez –suspendido por el Consejo de la Magistratura, con una polémica mayoría–, Ballestero y Leopoldo Bruglia se disponían a dictar una resolución que finalmente llegará en plena campaña.

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