Los que la política no pudo, la Iglesia lo hará posible: la presidenta Cristina Kirchner, y el vicepresidente, Julio Cobos, volverán a participar de un acto oficial juntos. Así lo confirmó hoy el Episcopado, que aseguró que ambos fueron invitados a la misa en Luján por el Beagle y que, de asistir, serán ubicados en el templo a distancia según "el protocolo habitual".
"Deseamos que sea un acto del pueblo en el que aparezca la unidad y la comunión entre los argentinos", destacó el obispo Jorge Casaretto, titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, quien tendrá a su cargo la homilía. Fernández y Cobos podrían compartir así un mismo espacio, en un "gesto de unidad" como quieren los obispos, pese al reciente enfrentamiento público entre el matrimonio presidencial y el titular del Senado.
¿Misión imposible? Esta imagen de unidad que pretende dar el clero será dificil de lograr en medio del tenso clima que vive la relación entre la Presidenta y su vice. Ayer, Cobos defendió su voto "no positivo" a la resolución 125, al decir que evitó un "estallido social" y que el "Gobierno tuviera que irse antes". Las declaraciones del mendocino provocaron una inmediata respuesta del ex presidente Néstor Kirchner, quien manifestó que Cobos -al que antes había calificado como una "máquina de impedir- "debe al pueblo argentino una explicación: por qué nos tendríamos que haber ido si ganamos con el 46 por ciento de los votos".
El vocero episcopal, Jorge Oesterheld, explicó que las ubicaciones en el templo serán "de acuerdo al protocolo habitual. Es decir, la Presidenta en un lugar especial cerca del altar y el resto en los bancos de atrás"."Juntos, pero lejos", graficó con ironía una fuente eclesiástica habitual consultada por la agencia de noticias DyN sobre qué lugar ocuparía Cobos.
"Ya no nos toca juzgar, quién va o quién no", aseveró monseñor Casaretto, quien sostuvo que "el acto es eminentemente religioso, pero es fundamental la participación de los representantes del pueblo, que se beneficiaron con la mediación papal de Juan Pablo II, porque si miramos la historia, no siempre encontramos gestos tan altruistas".
