POLITICA

Quiénes son los 10 políticos y empresarios K investigados por corrupción

Desde Cristina Kirchner hasta diversos ministros y funcionarios de su gestión. Las fortunas bajo la lupa.Procesamientos, imputaciones y encarcelamientos. Galería de fotos

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Luego de 12 años de conducción del gobierno kirchnerista, el cambio de gestión dispuso a la Justicia a acelerar los tiempos e ir a fondo contra los funcionarios y empresarios cercanos a la anterior administración.  La lista es enorme: desde la mismísima expresidenta, los ministros más fuertes del Frente para la Victoria, como Axel KicillofJulio De Vido hasta los empresarios y beneficiarios por los contratos y pauta: Lázaro Báez, Cristobal López y Sergio Szpolski. Los números en cuestión acumulan una suma inconmensurable y aunque algunos ya están detenidos, otros continúan siendo investigados.

Entre los números ya comprobados, la Justicia avanza sobre el gobierno anterior por una suma parcial de 104 mil millones de pesos que se verían enchastrados por la corrupción. 

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Cristina Kirchner. La exmandataria deberá declarar el próximo 13 de abril ante el juez Bonadio por la causa "dólar a futuro", donde también están vinculados el ex ministro de Economía Axel Kicillof y el ex Presidente del Banco Central Alejandro Vanoli.

Según Bonadio, la operatoria le generó al Banco Central una pérdida de más de 77 mil millones de pesos, por vender la divisa norteamericana con un precio fijado a futuro. Cristina Fernández ya está imputada como "autora de la decisión expresa".

Sin embargo, no es la única causa que preocupa a la última jefa de estado. La detención del socio familiar Lázaro Báez podría complicar aún más la situación con respecto al caso Hotesur, denunciado por la diputada de GEN Margarita Stolbizer, donde la familia Kirchner construyó hoteles con lujosas habitaciones que eran reservadas por varios empresarios allegados - entre ellos Lázaro - pero se comprobó que estaban vacías. 

El juez Rafecas investiga la causa aunque aún no citó a nadie de la exfamilia presidencial. Se habla de miles de reservas injustificadas. Lázaro llegó a pagar 10 millones de pesos por esas habitaciones.

Aníbal Fernández. El exjefe de Gabinete está procesado por el presunto sobreprecio del 15% del Plan Qunita, donde se cobraron 350 millones de pesos más de lo que valían éstos kits para embarazadas. El total daba una suma de 1100 millones de pesos por una licitación que fue aprobada más rápido de lo habitual a seis empresas sin experiencia en el rubro. Junto con Fernández, los ex ministros de Salud Daniel Gollán y Juan Manzur también fueron procesados.

Amado Boudou. El exvicepresidente, junto a José María Nuñez Carmona, habría adquirido la empresa quebrada Ciccone Calcográfica con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial.  

Amado Boudou habría tenido injerencia, de forma directa, presenciando las reuniones para la adquisición, y, junto a Resnick Brenner — Jefe de asesores de la AFIP— y César Guido Forcieri –Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía- en el trámite de un plan de pagos dudoso en AFIP. Asimismo, habría intervenido, a través de personas interpuestas, en los actos necesarios para el levantamiento de la quiebra, con el objetivo de obtener el certificado fiscal para contratar con el Estado Nacional. Esa finalidad se habría visto satisfecha una vez que Boudou ya era vicepresidente en, al menos, una oportunidad con Casa de la Moneda.

El ex presidente del Senado fue procesado por el juez Ariel Lijo y lo embargó por 200 mil pesos

Guillermo Moreno. El exsecretario de Comercio fue procesado por el juez Claudio Bonadio, acusado de incitación a la violencia contra el Grupo Clarín, ya que repartió dentro en el INDEC lapiceras, gorros, folletos, gigantografías, entre otros útiles, con la insignia "Clarín miente", utilizando fondos públicos por 350 mil pesos.

En esta misma causa está implicado también el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, con quien comparte otro procesamiento del mismo magistrado por "abuso de la autoridad".

Lázaro Báez. Venta inmuebles, fideicomisos, alquileres de hoteles, gerenciamiento de los mismos, terrenos compartidos, cesión de tierras fiscales, forman solo una parte del entramado que unió a la familia Kirchner con el empresario más polémico.

La obra pública habría sido el vehículo por excelencia para favorecer a Báez. Desde 2004, Santa Cruz fue una de las provincias más beneficiadas con fondos para obra pública, donde Báez concentró el 78,4% de las licitaciones. El grupo Austral bajo el gobierno de Cristina recibió más de $ 16 mil millones en obra pública, la mitad de ellas quedó sin terminar pero el dinero se cobró igual.

Ahora deberá declarar ante el juez Casanello, quien investiga el posible lavado de dinero tras los videos que se conocieron en la cueva financiera SGI, donde se observa a su hijo contando millones y millones de dólares.

Cristobal López. El empresario dueño del multimedios kirchnerista y de empresas en diversos rubros es presionado por la AFIP para pagar una deuda impositiva de 7600 millones de pesos. A esto hay que sumarle los 160 millones de pesos que adquirió sólo de pauta oficial desde el 2009 hasta el año pasado con su empresa productora Indalo.

Ricardo Echegaray. Fue denunciado en la Justicia por permitir que el empresario del juego, Cristobal López, no pague impuestos de su empresa Gas Oil, y dejando que se acumule una deuda que ascendió a los 7600 millones.

Sergio Szpolski. Otro empresario dueño de medios y cercano a la gestión K. El negocio -en este caso- se focalizó directamente en la pauta oficial: 850 millones de pesos cobró en los últimos seis años el Grupo 23. Fue el más beneficiado por este método ampliamente, con una diferencia de 500 millones por sobre el Grupo Albavisión del misterioso González González.

Ricardo Jaime. El ex secretario de Transporte está preso por la causa que investiga el juez Ercolini por irregularidades en la compra de trenes a Portugal y España, por una suma de 407 millones de pesos en total. Dichos trenes no estaban en condiciones de ser utilizados.

Por lejos el funcionario más complicado en la Justicia, Jaime acumula causas por dádivas de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), la misma que debía controlar, que le pagó 16 vuelos para que el funcionario se tomara días de descanso. También tiene una causa por alquileres de un departamento de lujo en la Avenida Libertador, que era pagado por la Terminal de Ómnibus de Retiro (TEBA). 

La causa por la tragedia de Once, en la que murieron 51 personas, también lo pone en aprietos. El exsecretario de Transporte también tiene pendiente un juicio oral y público por presunta defraudación por administración fraudulenta contra la administración pública en la línea ferroviaria Belgrano Cargas. 

Jaime, a su vez, es investigado por presunto pago de sobreprecios en la compra de vagones de subte a la empresa china CITIC, la incorporación de locomotoras japonesas, coimas en la adquisición de aviones para Aerolíneas a Embraer y la adquisición de vagones a la española Renfe. 

El exponencial crecimiento de su patrimonio lo expuso a un procesamiento por enriquecimiento ilícito y nunca pudo justificar con certezas ni sus cuentas ni las de su mujer ante el juez Sebastián Casanello. 

Julio De Vido. El ex ministro de Planificación que estuvo durante los 12 años de la gestión anterior enfrenta ahora las declaraciones de Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte ahora detenido por la compra de trenes en desuso. Por esta misma causa ya fue citado a declarar, y por la tragedia de Once también. 

A su vez, el fiscal federal Gerardo Pollicita avanza en una investigación para saber si el exministro participó del pago de una coima en la compra supuestamente irregular de la empresa Transener por parte de la firma Electroingeniería. La Justicia reabrió en 2015 una causa por corrupción contra el ministro de Planificación, Julio De Vido, y su esposa, Alessandra Minnicelli. La sala IV de la Cámara de Casación consideró que hay graves inconsistencias entre el nivel de vida que presentan los acusados y sus ingresos.

Además, fue denunciado por la compra de un barco de gas licuado por 57 millones de dólares que nunca llegó.