Tras el accidente del Ferrocarril Sarmiento, en el que murieron 51 personas y otras 700 resultaron heridas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner prometió "tomar las decisiones que sean necesarias" para que haya justicia, y el Gobierno decidió intervenir las líneas férreas que opera la empresa TBA, propiedad del grupo de los hermanos Claudio y Mario Cirigliano.
Pero lo cierto es que, no hace mucho, la Presidenta tenía sólo elogios para el Grupo Cirigliano y el servicio del Ferrocarril Sarmiento, al que calificó de "viable y de muy buena calidad". Fue el 29 de noviembre de 2010, apenas un mes después de la muerte de Néstor Kirchner, en la inauguración de obras de infraestructura vial en la localidad bonaerense de Mercedes.
"Yo le contaba al empresario, que es concesionario de la Línea Sarmiento, y que además es el fabricante de la totalidad de estos trenes, que a mí - cuando yo era muy joven - pese a que mi papá era colectivero y tenía empresa de colectivos, a mí me gustaba mucho más viajar en tren, lo lamento por los colectivos. Pero el tren es algo que está muy vinculado con nuestra idiosincrasia, es ver como van pasando los pueblos y el paisaje, es algo muy entrañable", afirmó entonces la Presidenta.
Además de los Cirigliano, Cristina estaba acompañada por el intendente de Mercedes, Carlos Selva; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el secretario de Transporte, Juan Carlos Schiavi; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
"Yo creo que - dejando de lado los slogan y la cuestión fácil - todos los sectores, fundamentalmente empresarios, trabajadores y el Estado, los prestadores, los usuarios, los consumidores debemos comenzar a discutir en serio el diseño de un sistema de transporte viable para todos. Porque junto con el transporte diferencial vi también un transporte urbano de muy buena calidad, con aire acondicionado, con televisión, que se paga a un peso con veinticinco", agregó la mandataria en su discurso.
"Y esto, que hoy visitamos, que va a permitir que 324 mercedinos se trasladen a la Capital Federal, con todas las estaciones intermedias y también los precios diferenciales, en una hora veinte, con todas las comodidades: Wi-Fi, aire acondicionado, asientos (símil cuero), realmente hay que verlo y que además haya dado trabajo y que sea el producto de trabajo argentino, a mí sinceramente como presidenta, me enorgullece mucho", concluyó Cristina.