La reformulación de la política en 2018 también supuso que el reformismo permanente que planteará Mauricio Macri pasará, al menos, a bajar varias velocidades. En este marco, el Gobierno comenzó a desdoblar parte de sus reformas, de la laboral a la política, con el fin de poder aprobar en el Congreso las iniciativas.
Se trata de un cambio sustancial para el oficialismo, que tras la victoria en las elecciones legislativas armó un esquema de reformas que consideraba fundamentales pero que, como el caso de la previsional, conllevaron un alto desgaste para aprobarlas.
De hecho, en el caso de la reforma laboral, el oficialismo decidió avanzar en algunos de los puntos que conformaban el paquete, como el blanqueo laboral y los cambios en las licencias, para destrabar la discusión. Esto le valió el apoyo de Héctor Daer, de la CGT. El sindicalista aseguró que se trata de una “buena iniciativa” y que “tendría que haberse tomado de entrada”.
“Me parece bien. Esto va a poder desagregar más los contenidos y debatirlos más profundamente. Así que me parece una buena medida que tendría que haberse tomado de entrada”, consideró el dirigente de Sanidad en declaraciones a radio Continental.
El visto bueno de Daer le permitirá al Gobierno comenzar a instalar la reforma laboral en la agenda parlamentaria. Los temas más polémicos, como la creación de una nueva figura de trabajador independiente o cambios para calcular las indemnizaciones, seguramente sean debatidas a futuro.
El cambio también se da en la reforma política. Por falta de consenso con el PJ en el Congreso se desdoblará la iniciativa y el oficialismo intentará avanzar primero sobre una norma que regule el financiamiento de los partidos políticos, mientras que dejará para más adelante el debate sobre la boleta única electrónica que tanta polémica supuso en el Parlamento.