Julio de Vido manejará 2.000 millones de dólares provenientes de las retenciones móviles, a través del Ministerio de Planificación Federal que conduce, y decidirá la ubicación y distribución de las obras, ya que será el encargado de negociar la administración con cada gobernador y cada intendente del país.
De esa forma volverá a ser el hombre fuerte del gobierno nacional, como durante la presidencia de Néstor Kirchner, ya que a su cargo quedará la mayor parte del dinero que se recaudará gracias a las retenciones móviles, informó hoy el diario La Nación. Lo recaudado se destinará a construir 30 hospitales, cientos de viviendas y caminos rurales, según anunció la Presidenta el lunes.
El nuevo fondo consistirá en 800 millones de dólares captados en 2008 y 1.300 millones en 2009, y será administrado también por los ministros de Economía, Carlos Fernández, y de Salud, Graciela Ocaña. Sin embargo, el mayor poder de decisión recaerá en De Vido, que le sacará mucha ventaja al jefe de Gabinete Alberto Fernández, muy criticado por su manejo del conflicto del campo, con quien mantiene una silenciosa pero feroz interna arrastrada desde la presidencia de Néstor Kirchner.
Las obras fueron anunciadas el lunes como parte del Plan de Redistribución Social, que la Presidenta propuso como intento de dar por terminado el reclamo agropecuario. Al rendir cuentas sobre en qué se gastará el dinero que recauda de los productores en concepto de retenciones, quiso justificar el aumento (de 35 a 44%) y la movilidad de las mismas.