Un ciudadano argentino y dos chilenos serán juzgados el 7 de enero en Barcelona acusados de atacar a un guardia urbano, que quedó inválido, en un incidente del que afirman no haber participado, pero en el que se vieron discriminados por su condición de sudamericanos, según denunciaron familiares. Los jóvenes fueron torturados por policias, según consta en un informe de Amnistía Interancional. En España, las personas provenientes del sur del continente americano son denominadas "sudacas" de manera despectiva.
La madre de Juan Pintos, el argentino detenido, María Inés Garrido, afirmó que seis de los nueve jóvenes presuntamente implicados de origen europeo quedaron en libertad hasta el juicio, mientras que su hijo y los chilenos Rodrigo Lanza y Alex Cisterna permanecen en prisión desde hace 20 meses. En Buenos Aires y en Barcelona hubo movilizaciones para pedir por la libertad de los jóvenes.
Los familiares de los jóvenes serán acompañados en el juicio por la presidenta de la Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y representantes del CELS y de la CTA, mientras que también viajará a Barcelona el senador chileno Jaime Naranjo, titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara alta trasandina.
"Nuestro temor es que ante la necesidad de encontrar un responsable para un hecho de tanta gravedad, como tener un guardia urbano discapacitado de por vida, se busque en el sector más vulnerable de los detenidos, que son los tres sudamericanos: los dos chicos chilenos y mi hijo, mientras el verdadero asesino quedó libre", afirmó la madre del argentino.
Los tres jóvenes de origen sudamericano están acusados de los delitos de "atentado a la autoridad con uso de arma peligrosa", que implica entre cuatro y seis años de prisión, y de "lesiones graves", por el que enfrentan hasta 12 años de cárcel.
La madre narró, en contacto con radio Mitre, que el episodio ocurrió en una calle de Barcelona en la madrugada del 4 de febrero de 2006 en un altercado en la calle, donde hubo un policía herido con una maceta que arrojaron de un edificio.
"En el caso puntual de mi hijo, cuando vio que la policía detenía a personas, giró para retroceder e irse, pero se cayó y ahí lo detuvieron", sostuvo. Afirmó que a su hijo lo acusaron de atentado a la autoridad, que es un delito excarcelable, y se lo mantuvo en prisión, "cuando por el mismo delito los europeos -españoles, un portugués y un alemán- fueron dejados en libertad".
Según informó la madre de Pintos, a su hijo, que tiene ciudadanía española por ser descendiente de gallegos, "se lo dejó en prisión porque se dijo que era argentino nacionalizado español con familiares en Argentina y se podía fugar".
Garrido de Pintos expresó que "el proceso judicial estuvo cargado de irregularidades", se rechazaron "las pruebas ofrecidas" y "nunca se les aplicó la presunción de inocencia".
Fuente: DyN