POLITICA
el caso que preocupa al poder bonaerense

Denuncian una red de protección detrás de Mallo

El barrabrava de Quilmes, allegado a Aníbal F., conecta tres casos clave de drogas y sicariato. También cayó otro de los buscados por el Triple Crimen.

Nexos. Arriba, el barra de Quilmes Marcelo Mallo y foto carnet del socio de Forza: Magallanes. Falbo, comprometida.
| Cedoc

En 2008, tres hechos directamente relacionados con el narcotráfico inauguraron un período de impunidad para los máximos responsables detrás de estos hechos: el tráfico de efedrina en manos de argentinos y carteles mexicanos; el triple crimen de General Rodríguez; y los asesinatos de dos colombianos en el Shopping Unicenter. Tres casos íntimamente relacionados entre sí que, juntos, pueden destapar a los verdaderos dueños de este negocio. Ayer, comenzaron a desatarse los nudos de esta trama, que no podría haber existido sin protección política, judicial y policial.

El líder de Hinchadas Unidas Argentinas y hombre fuerte de Quilmes, Marcelo Mallo, seguía prófugo al cierre de esta edición, pero la Policía Bonarense –que en estos casos tiene el barro hasta las rodillas– seguía buscando al barrabrava ligado a Aníbal Fernández por pedido de un fiscal y un juez de la provincia de Buenes Aires que, según una denuncia a la que accedió PERFIL, se metieron sorpresivamente en un caso que en realidad investiga la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.

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El fiscal es Mariano Sibuet, quien investiga el tiroteo que protagonizaron los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci tras fugarse del penal de General Alvear en diciembre. En enero, durante un allanamiento a la casa de Mallo, secuestraron una pistola Tanfoglio calibre 40 y la ingresaron al Sistema Automatizado de Identificación Balística (SAIB), que acumula la evidencia de los casos investigados en la Provincia. Se determinó que el arma se usó para matar a los colombianos de Unicenter.

Este hecho de sicariato siempre puso nervioso al poder bonaerense, que ahora trata de cubrir sus pasos en falso. El fiscal especial de ese caso, Luis Angelini, incluso fue apartado de la causa cuando había comenzado a atar cabos sueltos. El entonces poderoso fiscal general de San Isidro, Julio Novo, está actualmente suspendido en su cargo por haber apartado a Angelini de la investigación. La jefa de los fiscales bonaerenses, María del Carmen Falbo –ex abogada de Aníbal F.–, también pende de un hilo por este caso. Angelini denunció que su jefa hizo todo lo posible para que el caso no avanzara. Desde 2013, tenía a Mallo en la mira.

Ayer, cayó otro hombre clave en estas tres historias narco: Mario Martín López Magallanes, un ex socio de Sebastián Forza –ejecutado junto a Damián Ferrón y Leopoldo Bina– quien quedó detenido junto a los barras de Boca Juniors Richard “el Uruguayo” Laluz Fernández y Jorge Moreira. También estaban en la mira de Angelini hace años.

El 6 de abril, el jefe de la Policía Científica bonaerense le avisó a Angelini que el arma encontrada en la causa de Ranchos era la utilizada por los asesinos de los colombianos. El fiscal Sibuet nunca se lo había comunicado. Angelini denunció ante Arroyo Salgado la situación en un duro escrito al que accedió PERFIL: cree que le ocultaron la información clave para proteger a Mallo y sus jefes. Sin dar vueltas, aseguró que la jefa de los fiscales bonaerenses y el fiscal Sibuet “protegieron a Mallo” y “ocultaron pruebas” del doble homicidio. “Falbo no podía desconocer que se había incautado esa arma en el domicilio de Mallo”, agregó.

Cinco días después de la alerta del jefe de la Policía Científica, la fiscalía de Sibuet se comunicó con Angelini. “El llamado fue cuatro meses más tarde (del hallazgo del arma) y “entorpeció el avance de la pesquisa”.