La toma de las escuelas generó una serie de marchas y contramarchas en distintos sectores de la política argentina que más que traer claridad al asunto llevó más confusión.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, salió a negar ayer que la presidenta Cristina Fernández haya apoyado la toma de escuelas y facultades en la Ciudad de Buenos Aires, y reclamó "decisión política y compromiso" para atender los reclamos de los alumnos.
"La Presidenta no felicitó a los chicos de ninguna manera. Dijo que le parecía 'razonable' la solicitud de los alumnos de las escuelas públicas de la Ciudad que pretendían un plan de inversión en infraestructura educativa", explicó.
Por su parte el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, negó que el Gobierno esté apoyando la toma de escuelas y facultades en la ciudad de Buenos Aires, aunque reivindicó "que a esta edad vuelva a haber chicos con formación política, con vocación de decir las cosas que sienten, provengan del partido que provengan".
El funcionario volvió a apuntar contra el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, al indicar que al conflicto "tiene que resolverlo la Ciudad y ojalá encuentre la solución pronto", pero consideró que los estudiantes "están dando una explicación más que concisa y contundente a la sociedad" ya que "sólo se ha ejecutado el 7 por ciento del presupuesto" para las escuelas.
En tanto el diputado nacional Fernando "Pino" Solanas aclaró ayer que "nunca" criticó la toma de los colegios de la Capital y renovó los cuestionamientos a la presidenta Cristina Fernández por "incentivar" ese tipo de protestas.
"Nunca dije que estoy en contra de la toma de las escuelas. Toda mi vida he sostenido que las tomas de las fábricas y las escuelas y los cortes de ruta son un método eficaz que tienen los estudiantes, los trabajadores y los vecinos ante la falta de respuesta de los funcionarios de turno", afirmó el legislador en un comunicado. "Lo que me parece criticable es que la Presidenta de la Nación incentive la toma cuando su función como primera mandataria es pacificar los ánimos y encontrar soluciones consensuadas a la cuestión", sostuvo.
La jueza de la Corte Suprema, Carmen Argibay, también se metió en la polémica y manifestó en el programa de Ernesto Tenenbaum que "las escuelas son indignas para dar clases y los chicos toman estas medidas porque no el Estado no los escucha".
Por último la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES) denunció que agentes de la Policía Federal "amenazaron con desalojar" a los alumnos que toman los Normales 3 y 6 en Capital, y advirtió que evaluaba este mediodía cortar calles por la tarde en repudio de la supuesta acción de los integrantes de la fuerza de seguridad.
