El primer 17 de noviembre de la era post-kirchnerista llegó y los diversos matices del peronismo actual recuerdan el fervor militante de aquellos días durante el regreso del exilio de Juan Domingo Perón. En diálogo con PERFIL, el histórico dirigente del peronismo Julio Bárbaro se retrotrajo a los pensamientos y emociones experimentados en 1972 y los comparó con la militancia de la reciente década pasada.
En el calendario peronista, el 17 de noviembre es la fecha elegida para conmemorar el Día del Militante, ya que recuerda el momento del regreso del histórico líder a la Argentina, tras 18 años de exilio y proscripción en el país.
Bárbaro, referente del peronismo, analizó la fecha conmemorativa en dos vertientes: la comparativa, en relación a la militancia en la actualidad; y la histórica, aunque no por eso privada de emociones.
"Me parece que fue una etapa que no tiene ninguna semejanza con el presente. El militante que esperaba por Perón en la víspera era pura entrega, y no eran empleados públicos. Pienso en lo que éramos, y cada uno tenía su trabajo, y sólo en el tiempo libre y con nuestro propio dinero podíamos financiar nuestra pasión, que era el sueño de la política", opinó el dirigente.
Y comparó: "Por lo tanto, la distancia entre aquella militancia y la militancia de los últimos años, es la distancia entre un militante y un empleado".
Al ampliar este punto, criticó en duros términos la militancia kirchnerista. "El kirchnerismo fue una cosa infame. Precisamente estoy releyendo a (el polítólogo italiano Giovanni) Sartori y fue siempre igual. Alguien construyó los sueños y luego otros vivieron de ellos".
Bárbaro lanzó: "En un momento, éramos sólo los militantes, pero luego vinieron los que parasitaron esos sueños. Como yo siempre digo, los grandes cambios los construyeron los militantes y los destruyeron los alcahuetes".
Por último, al pensar en la clásica imagen de ese viernes lluvioso con José Ignacio Rucci sosteniendo el paraguas sobre la cabeza de Perón en Ezeiza, expresó: "Lo más importante de aquella juventud era que fuimos dueños de un sueño y lo convertimos en realidad. Pero con la muerte de Perón se terminó el sueño. El peronismo ahora son las ideas que cada uno puede guardar en su corazón. Pero los que usaron su nombre son precisamente los que más lejos están de él".