POLITICA

Dilma y Cristina, claroscuro de reacciones ante la tragedia

La brasileña enfrentó a las víctimas del incendio en un boliche. La argentina sufrió la tragedia de Once.

Dilma Rousseff visitó a los familiares de las víctimas horas después de la tragedia. CFK solo se mostró con una enfermera militante que viajaba en el tren accidentando y que ayudó a rescatar heridos.
| Télam - AFP

Con la diferencia de casi un año, ambas presidentas latinoamericanas debieron afrontar tragedias que ya son históricas en cada país. A la argentina Cristina Fernández de Kirchner le tocó el 22 de febrero de 2012, cuando un tren de la línea Sarmiento chocó con un andén en la Estación Once, provocando la muerte de 51 personas y heridas de distinta índole en unas 700. A la brasileña Dilma Rousseff le llegó esta semana: 238 jóvenes murieron por un incendio en una disco de Santa María, al sur de Brasil.

Y a pesar de su cercanía en algunos posicionamientos políticos, las reacciones de ambas fueron algo diferentes. Cuando comenzó a conocerse el alcance del incendio en el boliche Kiss, Rousseff se encontraba en Chile, en la cumbre de la CELAC. Al enterarse de la noticia suspendió su agenda, dio una conferencia de prensa, para rápidamente viajar a Santa María, donde esa misma tarde, se reunió con familiares de las víctimas.

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"Vamos a ayudar a las familias. Los ministros ya están trabajando en el lugar. Realizamos la movilización de todos los recursos necesarios para ayudar", dijo la mandataria brasileña. "Quiero decir también que en este momento de tristeza, estamos juntos, y lo superaremos", aseguró, visiblemente emocionada. Poco después, decretó tres días de duelo nacional.

Muerte en el tren. Tras la tragedia de Once, la presidenta argentina demoró cinco días en hablar del desastre, en cuya causa están involucrados y procesados dos exfuncionarios de su gobierno, los exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.

El 22 de febrero de 2012, cuando ocurrió la tragedia, la mandataria dispuso por decreto dos días de duelo nacional y suspendió el corso de carnaval que iba a realizarse en la Avenida 9 de Julio. La medida fue comunicada por el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.

Cristina no apareció ni hizo alusión alguna a la tragedia sino hasta el 27 de enero, en un acto por el Bicentenario de la Creación de la Bandera en el monumento homónimo de Rosario. "Voy a tomar las decisiones que sean necesarias una vez que la Justicia decida", anunció.

"Los 40 millones de argentinos quieren saber qué pasó y quién es el responsable", expresó la presidenta. "No es esperen de mí jamás ante el dolor de la muerte, la especulación de la foto o del discurso fácil, porque sé lo que es la muerte y sé lo que es dolor y no tolero los que quieren aprovecharse de tanta tragedia y tanto dolor", señaló, tras las críticas que recibió por su silencio durante los cinco días que siguieron al accidente.

Durante los meses siguientes, familiares de las víctimas de la tragedia, incluso, realizaron varias manifestaciones pidiendo que la Presidenta los reciba. La madre de una de las víctimas fue recibida por la mandataria recién después de responsabilizarla por televisión. A 11 meses del accidente, los familiares de las víctimas todavía repudian el silencio oficial.

La única foto de la mandataria con alguien relacionado a la tragedia es con una enfermera, militante del Frente Transversal que dirige Edgardo Depetri (cercano al kirchnerismo), que viajaba en el último vagón y que se quedó socorriendo a los heridos. La mujer fue recibida por la mandataria en un acto en la Casa Rosada.

Mentor. La reacción de la jefa de Estado argentina no es nueva. De hecho, replica a la perfección lo que hiciera su marido, ante el incendio del boliche Cromañón, por el que murieron 194 personas y 375 resultaron heridas, . El 30 de diciembre de 2004, Néstor Kirchner era presidente. Ese día se encontraba en El Calafate para recibir el año nuevo junto a su familia. Y allí permaneció. Su silencio terminó recién el 13 de enero siguiente, en el que se refirió a la tragedia durante un acto de gobierno.

"Nos duele profundamente lo que nos pasó a los argentinos a horas de terminar el año pasado. Nos duele porque son nuestros hijos, nuestros hermanos, aquellos que comparten con nosotros el deseo de una patria mejor y que sucumbieron ante la irresponsabilidad asesina, casi masacre, que sometió a la muerte a casi dos centenares de argentinos", señaló en un acto en José C. Paz.

En ese mismo acto, Kirchner justificó su silencio con el mismo argumento que utiliza la mandataria actual al explicar el suyo: "Jamás me verán haciendo escenas o tratando de capitalizar el dolor de los argentinos". Sólo se destaca una diferencia entre ambos: él mantenía reuniones con familiares de las víctimas.