Pocas asociaciones de editores de revistas del mundo pueden festejar 60 años de vida como hoy lo hace AAER, la enorme mayoría son mucho menos longevas. La de México, CANIEM, tiene 44 años, fue fundada en 1964 y la de Brasil, ANER, tiene 22 años y fue fundada en 1986. Antes de ayer me tocó dar una conferencia en la asociación de editores de Brasil junto con quien presidió durante muchos años la asociación de editores de revistas de Estados Unidos y preside ahora la asociación mundial de editores: Donald Kummerfeld, a quien agradezco estar aquí presente engalanando este aniversario de nuestra asociación.
Donald expuso en Brasil sobre las tendencias mundiales y yo sobre los distintos paradigmas de revistas que tiene cada país, específicamente el norteamericano y el europeo, el brasileño y el argentino. Como varios de ustedes conoce, Perfil edita en Brasil la segunda mayor revista de ese país y la primera en cantidad de lectores, conducida por periodistas argentinos y concebida por argentinos. Quienes visitan nuestras redacciones tanto en Rio de Janeiro como en San Pablo lo primero que se encuentran es una bandera argentina.
La creatividad argentina fue siempre tan valorada que hasta 1960 las revistas argentinas se vendían en España y México con mucho éxito. Pero algo nos pasó. Antes de que falleciera –no hace muchos años– le pregunté al más prominente fundador de esta asociación de editores de revistas argentina y también de Editorial Abril Argentina, César Civita: "Dígame don César, ¿por qué en Italia –él era italiano y había dirigido la mayor editorial de revistas de ese país: Mondadori– grandes empresas como Fiat u Olivetti logran continuar en manos de los descendientes de los fundadores pero las grandes editoriales todas fueron vendidas a otros accionistas o desaparecieron?" Don César, que cada año cuando me venía a visitar a Perfil los meses de enero escapando al frío de New York donde vivía por consejo médico, entraba a mi oficina apoyando una mano en pecho a la altura del corazón diciéndome: "me emociono al llegar a Perfil, esta es la reencarnación de la Abril que yo fundé en la Argentina hace más de 60 años", me respondió con otra pregunta. "¿Cuántos hijos varones usted tiene?" Respondí: "Dos, pero todavía muy chicos". A lo que él agregó: "Bueno, ya tendrá tiempo de ver cuan difícil es encontrar que uno de ellos patee simultáneamente con las dos piernas, que sea bueno de letras y de números. Es mucho más fácil conducir una empresa, por grande que sea, que tener reunida en una sola persona la variedad de destrezas necesarias para ser editor."
Quizás allí esté la explicación a que las grandes editoriales que fundaron, consolidaron y engrandecieron nuestra asociación de editores revistas hayan sido vendidas a empresas extranjeras: en los años ochenta Editorial Abril y Editorial Julio Korn al grupo italiano Rizolli, y en esta década Editorial Atlántida y el fondo editorial de García Ferré al grupo mexicano Televisa. Nada de malo tiene el aporte extranjero al enriquecimiento de nuestro fondo editorial, mal podría ser ese el pensamiento de quien fue recibido con generosidad en Brasil, Chile, Portugal, Rusia, Perú y Angola, países donde Perfil tiene su propia editorial o se edita localmente alguna de sus revistas bajo licencia. Pretendo sólo resaltar el papel de la Asociación Argentina de Editores de Revistas promoviendo y alentando la formación de nuevos editores argentinos que continúen con la antorcha que nos legaron los grandes de las revistas argentinas de hace 60 años. Yo soy hijo de esa herencia, hace 32 años Editorial Perfil y esta revista Noticias no existían. Fue la inspiración y el ejemplo de personas como Civita, Vigil, Korn o García Ferré, entre otros, que me formó, leyendo las revistas que ellos hicieron, aprendí.
Como varios de ustedes saben, gran parte de mi vida profesional está dedicada hoy al diario Perfil. Decidí lanzar un diario porque tanto escuchaba que los diarios se arrevistaban, que incorporaban conceptos periodísticos de revistas, que agregaban suplementos con temáticas de revistas o directamente revistas, que me dije: "de eso nosotros sabemos". Les pudo asegurar que después de muchos intentos y no pocos años creo que el periodismo de revistas tiene mucho por aportar y enriquecer al periodismo en su conjunto.
Agradezco a esta asociación por haberme enseñado a dar mis primeros pasos como editor hace 32 años y encima, ahora, otorgar este premio. Espero que Noticias inspire a los nuevos editores argentinos para que futuras generaciones continúen sintiéndose orgullosos de la creatividad argentina. Muchas gracias.