Después de un día de arduos trabajos para reacondicionar la bóveda donde descansarán los restos del ex presidente Néstor Kirchner, junto a su tío Carlos Kirchner, el cementerio de Río Gallegos fue vallado y se desplegó un enorme operativo de seguridad.
Un nailón de color negro interrumpe la visión hacia la bóveda, pero eso no es problema para los canales de televisión que ya instalaron grandes grúas para filmar. En Río Gallegos se viven momentos de profunda tristeza, en las ventanas hay listones negros en señal de luto y el silencio reina en las calles.
Una valla roja impide el ingreso de las personas que desde temprano han comenzado a congregarse en la puerta de la necrópolis de Río Gallegos, que aguarda por el cuerpo de su hijo más ilustre, Néstor Carlos Kirchner.