La causa por el crímen del tesorero de la Federación Nacional de Camioneros, Abel Beroiz, ocurrido hace casi dos años en Rosario, sumó un nuevo capítulo y dos detenidos. Raúl Luna, ex número dos del sindicato santafesino, y su chofer, Mario Ismael López, quedaron presos, acusados de homicidio calificado.
Raúl Luna , de 57 años y con domicilio en Reconquista, se presentó en los tribunales rosarinos a declarar ante el juez de instrucción Osvaldo Barbero, acompañado de sus abogados. Al mediodía, tras responder algunas preguntas, quedó detenido provisoriamente en la Brigada de Homicidios, acusado de "homicidio calificado", informó el diario La Capital de Rosario.
La imputación que recibió Luna se castiga con prisión perpetua, pero sus abogados pedirán que recupere la libertad. "Seguimos entendiendo que no existe ningún elemento de cargo. El material probatorio es totalmente insuficiente. Lo han llamado a proceso solamente para agotar una instancia pendiente", explicaron al matutino.
Abel Beroiz, de 71 años, fue asesinado en la madrugada del 28 de noviembre de 2007 en el estacionamiento del Automóvil Club Argentino (ACA), ubicado en la Plaza Montenegro de la ciudad santafesina de Rosario. Al menos dos personas lo abordaron, lo balearon en el pecho y el tórax, y le dieron varias puñaladas. De inmediato comenzó a circular la versión de que el homicidio no había sido un robo común, sino que formaba parte de una "interna sindical" .
Los asesinos olvidaron una agenda en el lugar, que condujo a la policía a encontrar a Raúl Flores, de 23 años, quien confesó haber cometido el crímen a cambio de dinero. Más tarde, apuntó a Raúl Luna como autor intelectual del homicidio, lo que le valió recibir amenazas de muerte. Otro jóven, de 14 años, quien estaba en el estacionamiento del ACA esa noche y habría participado en el crímen, confirmó la versión.
El juez de instrucción Osvaldo Barbero comenzó a hilvanar la hipótesis de la interna sindical. Según esta versión que publica hoy el diario rosarino La Capital, Luna buscaba reposicionarse en el gremio, donde estaba relegado por Beroiz. De hecho, el acusado sucedió a la víctima hasta que estalló el escándalo y tuvo que alejarse de la actividad sindical.
Además, Bardero cree que el gremio derivaba juicios laborales al estudio jurídico del abogado Julio César Jerez, lo que le generaba una ganancia adicional a él y a Luna. Cuando se conoció que Jerez había contactado a Flores antes del homicidio, el abogado quedó detenido, acusado de autor intelectual. Por su parte, el chofer Mario Ismael López está sindicado como la persona que tomó la fotografía que usó el asesino para identificar y ejecutar a Beroiz.
El hijo del asesinado Beroiz sostuvo desde un principio que el crímen había sido por causas gremiales. Días después, el abogado de la familia sostuvo que las sospechas se limitaban al sindicato santafesino y no tenían nada que ver con la dirigencia nacional de Camioneros que conduce Hugo Moyano.
"Esto confirma que hay una interna y eso es lo que tiene un aspecto lamentable" , declaró Ileana Beroiz, hermana de la víctima, a la radio Rosario 3, y agregó que "Luna es la segunda persona a nivel provincial, donde mi hermano delegaba todas las funciones. Era la gente de trato diario, una de las últimas personas con la que estuvo mi hermano en el sindicato antes de morir".