POLITICA
el patrimonio del ex funcionario k

Dos pisos de Aníbal F. en Puerto Madero, en la mira de la Justicia

Además, investigan autos de alta gama, una estancia y otras propiedades a su nombre y de sus familiares. “Soy muy pulcro, no me van a encontrar nada”, dijo a PERFIL.

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Lujo. Dos departamentos de Fernández están ahora a nombre de su hijo, Facundo. Uno está en el piso 37 de Torres del Yacht, donde vive Aníbal, y otro en la Torre Rubí, de ZenCity, ambos en Puerto Madero. | AFP

Departamentos en exclusivos complejos de Puerto Madero, autos de alta gama, sociedades comerciales, una estancia y otras propiedades son algunos de los bienes bajo la lupa en dos expedientes contra el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo Aníbal Fernández. Ambos tramitan en la Justicia federal, uno en Comodoro Py y el otro en Lomas de Zamora, y junto a Fernández están siendo investigados su hijo Facundo; su primera esposa, María del Carmen Barreiro; su actual pareja, Silvina Zavala; su suegro, Néstor Zavala; y al menos dos personas de su círculo cercano: el empresario José Fernando Torreta y el ex funcionario José Lucas Gancerain.

Hasta ahora quien más llama la atención por sus bienes es su hijo Facundo. A los 32 años, el joven médico tiene varias propiedades a su nombre. Entre ellas, el departamento en el que vive su padre, a quien le firmó un usufructo de por vida. En diálogo con PERFIL, el ex funcionario sostuvo que todos sus bienes están declarados y agregó: “Somos una familia y todo está en las declaraciones juradas, que son públicas”.

Entre los bienes a nombre de Facundo está el departamento en el piso 37 de Torres del Yacht, en el que vive Aníbal, y otro en la Torre Rubí, de ZenCity, ambos en Puerto Madero, barrio al que se fue mudando la familia desde Quilmes. En Torres del Yacht, que tiene un espacio de uso común con pileta, gimnasio y zona verde, un dos ambientes con cochera puede escalar hasta superar los US$ 400 mil. En el imponente ZenCity, en cuyo grupo inversor figura el banquero Jorge Brito, las unidades van desde los US$ 300 mil hasta superar ampliamente el millón. Fernández detalló sobre la propiedad en la que vive y está a nombre de su hijo que quedó así luego de su divorcio, que en algún momento iba a ser de él y que por eso tenía más lógica hacer directamente una escritura y un usufructo. El ex funcionario agregó a PERFIL: “Siempre pagué Ganancias. No es que alguien encontró nada, todo lo que están investigando está en mi patrimonio”. En referencia a sus familiares, se preguntó: “¿Cómo van a ser mis testaferros si son personas políticamente expuestas por mí y declarados como tal?”. Y remató: “Soy muy pulcro, no me van a encontrar nada”.

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Hijo. Facundo quedó en la mira cuando PERFIL reveló en 2014 que era propietario de una productora, 125 producciones, y figuraba en sociedades como Biotransgen y Palo Verde. Además, era socio de Gancerain, salpicado por el escándalo de la productora de Andrea del Boca, en la causa donde se investigan los fondos que la actriz recibió del Estado.

En el caso de Zavala, lo que figuran son propiedades en la costa atlántica y en el sudoeste del conurbano bonaerense. En tanto que entre las empresas y entidades que se investigan, además de Biotransgen y Palo Verde se encuentra AEC SA, dedicada a la construcción, y una estancia ubicada en Entre Ríos, entre otras empresas y entidades.

En diálogo con PERFIL, Fernández insistió en que está “absolutamente tranquilo” y manifestó “estar dispuesto a llevar a la Justicia toda la información que se le requiera”, pero agregó que hasta ahora no le fue solicitado. El ex jefe de Gabinete consideró que la primera denuncia, que se inició en Quilmes, fue un “absoluto disparate”, que se trató de un anónimo y que incluso la fiscal del caso, Silvia Cavallo, la había desestimado, decisión que confirmó la Cámara de Apelaciones platense. Luego fue revertida por la Cámara de Casación, que la reabrió y envió a Lomas (ver aparte).

Los investigadores cursaron pedidos al Banco Central para que informe las cuentas y cajas de seguridad en cada una de las entidades bancarias del país vinculadas a las personas y las firmas mencionadas. Y pidieron informes a los distintos registros, entes y agencias gubernamentales, como la AFIP, sobre el entorno más cercano del ex funcionario. Sin embargo, en la Justicia se quejaron de supuestas demoras inusuales en la entrega de los materiales requeridos, lo que vuelve lenta la marcha de los expedientes.

Además, este tipo de investigaciones implica ir hacia atrás con la averiguación del origen del dinero. Por ejemplo, de los registros se desprende que uno de los  departamentos a nombre de Facundo fue comprado con dinero proveniente de la venta de un campo en Mendoza, sobre el que ahora la Justicia busca más información.


Libre pero con frentes abiertos

Aníbal Fernández no fue el más perjudicado del avance judicial contra los K, pero tiene varios frentes abiertos. Cerca de ir a juicio por el Plan Qunita, el ex funcionario fue recientemente denunciado por presunta insolvencia fraudulenta por la fiscal del caso, Gabriela Baigún, y presentó un descargo y pedido de eximición de prisión. También se le amplió el procesamiento y embargo en la causa Fútbol para Todos y el juez Bonadio lo procesó por un programa de gestión de residuos. Está complicado por un subsidio a la Confederación Argentina de Hockey. Fernández dice que le van a tener que “dar un aplausito por cómo se administra honestamente el Estado”.

Las causas por enriquecimiento se iniciaron en 2015, mientras se postulaba a gobernador bonaerense. Una comenzó tras el robo de un BMW del entonces funcionario que no aparecía en su declaración jurada, pero la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo la desestimó. El juez Armella recurrió la decisión y la Cámara de Casación reabrió el caso en la Justicia de Lomas de Zamora.

El otro expediente se inició con una presentación del legislador Gustavo Vera en el marco de la causa por tráfico de efedrina. La investigación estuvo un año en la fiscalía de Gerardo Pollicita, hasta que recayó en el juzgado de María Servini. Las causas podrian juntarse por conexidad.