Casi en simultáneo con el 5º aniversario desde que Eduardo Duhalde asumiera la presidencia de la Nación, luego de una cadena de renuncias al Poder Ejecutivo, la Corte Suprema de Justicia falló la semana pasada en favor de la pesificación dispuesta en febrero de 2006. Al asumir el cargo, Duhalde había prometido, ante la piel sensibilizada de los ahorristas quemados con el corralito financiero, que devolvería en dólares los depósitos. En ese momento no pudo cumplir. La Corte le dio revancha.
—¿Cree que el fallo de la Corte lo reivindica? –le preguntó ayer PERFIL en una entrevista telefónica.
—Sí. Nosotros tuvimos muy en cuenta el tratamiento que le dieron los Estados Unidos durante la gran depresión del ’30. Cambiaron el patrón oro por el dólar, algo bastante similar a lo que hicimos nosotros. Y a los cuatro años, la Corte dictó el fallo. Por eso mi preocupación fue a los dos meses de la pesificación, cuando la Corte, con la mayoría automática, quería voltearla. En ese momento, yo decía que en los EE.UU. habían demorado cuatro años y que acá iba a demorar un tiempo similar. También decía que ese año íbamos a terminar con superávit, y que en 2003 íbamos a lograr 5% de crecimiento, y se cumplió. Los EE.UU. tuvieron una crisis tan grave como la nuestra y, sin embargo, después no pararon de crecer. Espero que a la Argentina le pase lo mismo.
—¿Se siente más tranquilo con esta resolución de la Corte?.
—Sí, pero para que esta resolución fuese posible, había que hacer lo que mucha gente no entendió en ese momento, que era la asimetría (de la pesificación), lo que significaba que la persona que había depositado dólares tuviera $ 1,40, que era lo que el Estado había resuelto.
—En su discurso inaugural, usted dijo que al que había depositado dólares se le iban a devolver dólares, y no se cumplió.
— Eso es lo que quedó grabado en la gente. Y en realidad, a la semana hice una conferencia de prensa admitiendo el error. Hubo una gran discusión en el equipo, porque cuando advertimos que era un enorme error el que yo había cometido, porque no estaban los dólares, me aconsejaban no decir la verdad, y que las cosas se iban a ir resolviendo con el tiempo. Pero con la credibilidad que yo le pedía a la gente, no podía engañarla. A los 10 días hice una conferencia de prensa y expliqué que lo que íbamos a hacer era garantizarle a la gente el valor adquisitivo del dinero que había colocado en los bancos.
—¿Había otra salida en ese momento?
— Si se le ocurre alguna... Había muchas alternativas, pero nosotros necesitábamos poner en marcha el aparato productivo, y la única manera de hacerlo era pesificando. Yo estoy muy conforme porque creo que nos puede pasar igual que les pasó a los EE.UU. y tener un crecimiento por décadas, si sabemos aprovechar las circunstancias actuales y el viento de cola que hay para toda la región.
—¿Cree que este fallo puede habilitar a los bancos a iniciar reclamos contra los ahorristas?
—No, para nada.
—A cinco años de la salida de la convertibilidad que comenzó a gestarse en su mandato y después de años de crecimiento, ¿hay un proyecto de mediano y largo plazo?
—Creo que necesitamos inversiones, pero además de recrear el clima de negocios y alentar nuevos proyectos productivos, deberíamos tener áreas específicas que identifiquen los sectores productivos que hay que desarrollar. La industrialización no puede ser a la antigua, cuando se industrializaba sólo para sustituir importaciones. Hoy, con la globalización y los gigantes asiáticos, tenemos que buscar nichos de producción, y para eso necesitamos organismos ágiles y gente con los cuales, en colaboración con las cámaras, podamos desarrollarnos de manera distinta a la tradicional.
—¿Cree que el país avanza en ese sentido?
—Yo no estoy muy al tanto de lo que hace el secretario de Industria. Pero hay que hacer como todos los países. No podemos ser los únicos sin un área específica para ocuparse de lo que hay que ocuparse, que es la producción. En la Argentina se ha impuesto una tesis economicista, que implica creer que desde el Ministerio de Economía se puede manejar todo. Y se sabe que para las áreas específicas, hay que poner gente especializada.
—¿Cómo cree que se está manejando la economía?
—Creo que bien. Lo que creo que no se maneja es el tema del desarrollo. Todo el esfuerzo que se está haciendo para combatir la inflación me parece bien, me parece que hay que hacerlo aunque no indefinidamente porque sirve para desalentar las expectativas inflacionarias. Estamos en crisis todavía. Entonces no se pueden tomar medidas definitivas; tienen que ser temporarias y planificando lo que viene después.
—¿Considera que puede haber algún riesgo en la economía para 2007?
— Ninguno. Creo que vamos a seguir creciendo a tasas altas, como lo hacemos hace cuatro años. Estamos en una región que crece enormemente y estamos afrontando una muy buena época, que no hay que desaprovechar. Debemos pasar de ser un país agrícola-ganadero a producir agroalimentos.