"Sí, mi amor. Después te llamo. Ahora estoy haciendo unas compras”. El que habla es Eduardo Duhalde. Acaba de cortar una comunicación con su hija en el lobby del hotel Conrad, en Punta del Este, donde decidió pasar unas vacaciones para intentar recuperarse del bajón que sufrió luego de la durísima derrota en las elecciones de octubre. En su entorno aseguran que aún está golpeado y que por estas horas evalúa dejar, otra vez, la política.