Tras cerrar la puerta a un posible acuerdo con Sergio Massa y con Francisco De Narváez, el PRO acomoda piezas, se encierra y apuesta a los “nacidos y criados” en el espacio para dar pelea en las próximas elecciones.
Pese a que el ministro Emilio Monzó trabajaba por un entendimiento, puertas adentro del partido pesó más la teoría del publicista Jaime Duran Barba: Envalentonado por la victoria de Horacio Rodríguez Larreta, el consultor ecuatoriano consiguió imponer la idea de que el PRO no necesita alianzas. De hecho, argumentó que Macri se estancó en las encuestas justamente por hacerle lugar a la UCR y a Elisa Carrió.
Alerta. Como si fuera poco, los números de una encuesta encendieron una luz de alarma. Si bien favorecieron al líder del PRO en cuanto a la confianza que depositan los sectores más altos de la sociedad para resolver temas como inflación e inseguridad, el resultado fue negativo en aquellos hogares que dependen más de la ayuda del Estado. De ahora en más, Macri y sus voces autorizadas en materia económica manifestarán en sus discursos opiniones positivas frente a los planes sociales, la Asignación Universal por Hijo y los subsidios a los servicios.
Ya empezó a sentirse el golpe de timón: Macri hizo declaraciones para despegarse de Massa y se afianzó la idea de un vice del riñón. Al nombre de Rogelio Frigerio ahora se agregaron los de Esteban Bullrich y Marcos Peña, quien está con ganas de salir a escena. El giro en la estrategia también beneficiará a María Eugenia Vidal, al espantar a figuras que puedan hacerle sombra. Duran Barba también recomendó evitar fotos innecesarias con radicales y “lilitos”, con el sólo objetivo de fortalecer la idea de que el color amarillo es sinónimo de cambio.