El juicio contra Franklin Durán, el venezolano acusado de ser un agente encubierto del servicio de inteligencia chavista en los Estados Unidos, arrancó con todo y explotó en Venezuela y Argentina. Todo indica que el cerrojo de la valija de Antonini comienza a abrirse, y con él, una historia de secretos, historias, traiciones y confesiones. En Miami todo está por escucharse.
La sala de audiencias número 12 de la Corte Federal de Miami tuvo su esperado día caliente. Moisés Maiónica, el primero de la serie de testigos clave en declarar, fue terminante: aseguró que los gobiernos de Argentina y Venezuela "habían acordado para que se cierre el caso y evitar que Antonini hable del verdadero destino del dinero". Así, con el nivel de contundencia que se esperaba, terminó el primer día de la parte dura del juicio contra Franklin Durán. Un jurado compuesto por 12 ciudadanos norteamericanos, a los que ayer la jueza Joan Lenard les tomó juramento, deberá determinar si el empresario bolivariano formó parte de un complejo plan de conspiración para presionar a Antonini Wilson y evitar que salga a la luz el origen y el destino de los 800 mil dólares incautados en Aeroparque.
Pero antes de la declaración de Maiónica, uno de los detenidos por la misma causa y que ya se declaró culpable, el día judicial arrancó con los alegatos. Mientras algunos de los pocos rayos de sol que condimentaron la mañana de Miami pegaban directamente sobe el rostro de Franklin Durán, el fiscal Tomas Mulvihill dio el puntapié inicial. Evitó los rodeos y señaló directamente a un Durán, con la barba a medio crecer, que sólo atinó a levantar la mirada de su anotador. "Ese hombre, Franklin Durán, es culpable", dijo Mulvihill en un tono monocorde que mantuvo en sus 40 minutos de exposición.
De la boca del Fiscal salió la primera mención a la campaña de Cristina Kirchner, pero sorprendió al no hacerse cargo de algo que él mismo había confirmado meses atrás. "La prensa hizo una conexión entre el dinero, los gobiernos (Argentina y Venezuela) y la campaña de Cristina Kirchner", aseguró, adjudicándole a los medios la versión sobre que el dinero de Antonini era para la campaña kirchnerista. Luego, pondría las mismas palabras en los labios de Durán: "En Venezuela y Argentina necesitan de tu cooperación", es lo que certifica Mulvihill que Durán le dijo a Antonini Wilson en una de las primeras reuniones. "Durán fue muy claro", agregó, "la plata era para la campaña de Cristina Kirchner".
Ed Shohat, el abogado de Durán, sabe que para conquistar al jurado debe ser carismático. Por eso, en los 55 minutos que duró su alegato apeló a todas las estrategias discursivas. "Alicia en el país de las Maravillas es un libro que leí de chico donde todo estaba al revés y de atrás para adelante. Esa es la historia que hizo el gobierno de este caso", sentenció Shohat, que minutos antes le advirtió al jurado que estaban ante un tema "muy caliente".
La defensa concentró su estrategia en aniquilar cada punto presentado por Mulvihill, al que incluso acusó de "no saber nada del caso". De los casi 90 minutos de exposición entre las dos partes, una de las principales incógnitas sobre el valijagate quedó resuelta: "El dinero que llevaba Guido Antonini Wilson salió de las arcas de PDVSA, la empresa estatal de petróleos de Venezuela". Esa afirmación surge, en gran parte, de la declaración de Shohat, que pone en palabras del propio Durán, la afirmación de que los 800 mil dólares eran de PDVSA.
Luego de las presentaciones de los abogados, la fiscalía llamo al estrado a siete agentes del F.B.I, que se encargaron de brindar los detalles sobre la investigación, el proceso de grabación y desgravación y las traducciones. No hubo sorpresas, pero la aparición de Moisés Maióica rompió la calma. Más gordo, con uniforme de recluso y con los pies esposados, el abogado venezolano se sentó a la izquierda de la jueza, y durante varios minutos mantuvo una mirada intimidante hacia Durán, que evitó el contacto visual.
Maiónica respondió con mucha serenidad cada una de las preguntas de Mulvihill. Se declaró amigo del vicepresidente venezolano y no dejó ningún lugar a dudas cuando explicó su relación con Henry Rangel Silva, el director de los servicios de inteligencia venezolanos. "El mismo presidente Chávez le pidió a Rangel Silva que se encargue del caso de Antonini", dijo el detenido. Luego, volvería a involucrar a Hugo Chávez: "Rangel Silva me dijo que el presidente estaba molesto por la situación y que le encargó la solución del asunto desde el punto de vista operativo".
Cuando todos en la sala pensaban que no se iba a escuchar más detalles, Maiónica apuntó con más precisión. "¿Habló con Durán sobre lo hecho por los gobiernos de Venezuela y Argentina con respecto al caso de la valija?", preguntó el fiscal. "En ese momento combinamos sobre el trazado de una estrategia para conseguirle, en Argentina, un abogado a Antonini. Un vez realizado ese paso, los gobiernos de Venezuela y Argentina habían acordado para que se cierre el caso y así evitar que Antonini hable del verdadero destino del dinero", dijo Maiónica. Al instante de sonar la la última oración, la jueza interrumpió y terminó la jornada. Uno de los jurados debía ausentarse, por eso todo continuará hoy.
(*) Redactor del diario Perfil.