—Después de los resultados en Catamarca y Chubut, ¿no cree que deberían asumir que las posibilidades de ganarle a Cristina en octubre son verdaderamente infinitesimales, y que la oposición debería concentrarse en los distritos donde tiene posibilidades?
—Yo entiendo mucho de política y los periodistas entienden poco, en general. Y además, no leen sus propios medios. A cinco meses de la elección de 2003, ninguno de ustedes decía que iba a ganar Kirchner, porque no figuraba. ¿Qué pasa con la sociedad argentina hoy? La comparo con la mujer golpeada. ¿Por qué una mujer golpeada, humillada, maltratada, rezando para que el compañero no venga borracho, se queda con sus hijos? Porque no tiene adónde ir. A la sociedad le pasa lo mismo. ¿Usted cree que la sociedad no sabe que este gobierno le miente? ¡Claro que lo sabe! ¿Pero por qué sigue pensando en este gobierno todavía en un porcentaje que supera el 30%? Porque no sabe adónde ir, como una mujer golpeada. Cuando me preguntan qué pasa con el acuerdo con Macri, digo: ¿por qué con Macri solo si hemos trabajado dos años y medio en cinco políticas de Estado con la autorización de los técnicos del socialismo, del macrismo, por todo el radicalismo y por nosotros?
—El planteo es al revés: ¿qué le pasa a la oposición? Para ser alternativa, primero tiene que ser buena oposición. No se puede decir: “Soy malo en la oposición pero voy a ser bueno en el gobierno”.
—En una elección presidencial, la gente no hace ese análisis. La sociedad golpeada, descreída, a la que le mienten, busca una alternativa en la que crea, pero no una alternativa de oposición, sino una alternativa de persona. Este es un país presidencialista, en el que la gente vota a determinadas personas.
—¿No vota también a organizaciones que le transmitan sensación de gobernabilidad? Una persona sola no puede garantizar gobernabilidad.
—Puede haber una persona que esté rodeada de todas las fuerzas políticas de significación electoral, que se han puesto de acuerdo en cinco políticas de Estado que vamos a seguir por 25 años y que la sociedad tiene que conocer, una vez que tenga definidas las autoridades de estos partidos.
—Cuatro diputados del Peronismo Federal, al faltar al Congreso, impidieron que hubiera quórum para votar el aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias. Sólo con uno de esos diputados habría alcanzado para que se pudiera votar. Si no pueden dar quórum teniendo los diputados, ¿no resulta lógica la desconfianza de los votantes sobre la conducción?
—La conducción de un grupo de oposición es muy importante cuando no hay un liderazgo legislativo, que es lo que tenemos que proveer. No son cuatro: hay 149 legisladores y llegaron a 128.
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