El acuerdo que el Gobierno de Cristina Kirchner alcanzó con Irán en el marco de las investigaciones por el atentado a la AMIA no sólo despertó el rechazo de la dirigencia judía y de una parte de los familiares de las víctimas, sino que también es criticado por una importante mayoría de la sociedad argentina.
La percepción generalizada es que el gobierno iraní no va a permitir que los acusados sean interrogados, que el acuerdo no servirá para saber la verdad sobre los responsables del atentado, y que el motivo que se esconde detrás de la negociación es el de mejorar el vínculo comercial.
Según un sondeo nacional de Management & Fit, exclusivo para PERFIL, más de un 80 por ciento de los consultados que estaban al tanto de la noticia se manifestó en contra del memorándum de entendimiento (sólo un 67 por ciento reconoció tener conocimiento del proyecto presidencial).
Así, se suma un problema más para el Gobierno, que viene acumulando rechazos al acuerdo desde que Cristina Kirchner lo anunciara el 27 de enero vía Twitter, primero, y desde su envío al Congreso, que informó la semana pasada a través de la cadena nacional.