La defensa de Sergio Schocklender, ex apoderado de la fundación Madres de Plaza de Mayo, sostuvo hoy que su cliente no irá preso en el marco de la investigación judicial por el presunto desmanejo de fondos públicos para la construcción de viviendas sociales.
"No, de ninguna manera, ni siquiera lo van a indagar", respondió el abogado Adrián Tenca cuando fue consultado si Schocklender podría ir a la cárcel.
El letrado recordó que hace quince días solicitó el sobreseimiento de Schocklender porque "no hubo defraudación fraudulenta, y por lo cual hemos acompañado para demostrar esto con balances y documentación que así lo acreditan".
En declaraciones a radio 10, Tenca indicó que "de los inmuebles que se le imputan a Schocklender el 90 por ciento no son de él, y además no fue funcionario por lo cual no se le puede imputar enriquecimiento ilícito".
Por otra parte, aseguró que la propiedad que tiene Schocklender en el barrio privado "El Patacón", de la localidad bonaerense de Pilar, "esta hecha de ladrillos comunes".
De esta manera, Tenca rechazó una denuncia que advirtió que Schocklender había utilizado materiales de la Fundación Madres de Plaza de Mayo para construir su casa particular.
En junio, el juez federal Norberto Oyarbide había encabezado un allanamiento en "El Patacón" para tratar de constatar si la casa de Schocklender fue construida con materiales del plan de viviendas populares "Sueños Compartidos".
Aquel día, Oyarbide declaró: "Se ha podido observar con toda claridad que (los chalés) están construidos con materiales que se emplean para construir las casas de la fundación".
En estos días, Schoklender le solicitó al magistrado que la Fundación que encabeza Hebe de Bonafini no sea más querellante en la causa.
Schocklender pretende así que la dirigente de derechos humanos también pueda ser investigada en el expediente que investiga denuncias de irregularidades y desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales.
El ex apoderado intenta demostrar que Bonafini, y no él, era la última responsable de los manejos financieros de la organización.
Otro dato que salpica a Schoklender se conoció esta semana al trascender que Alejandro Gotkin, mano derecha del ex apoderado de la Fundación Madres, tenía resúmenes de sus tarjetas de crédito por un gasto promedio mensual de 100 mil pesos.
La información sobre Gotkin, contador y ex empleado de la fundación Madres, fue enviada por la Unidad de Información Financiera a la fiscalía antilavado de Raúl Pleé.
Pese al secreto de sumario que Oyarbide reimplantó a la causa, fuentes judiciales deslizaron que los consumos de Sergio Schoklender y Pablo, su hermano y también ex empleado de la organización, también eran llamativamente altos.
La Justicia pudo establecer que Sergio pagaba sus gastos con una tarjeta a nombre de Meldorek, la empresa constructora a través de la cual se hacían las viviendas en el marco del programa Sueños Compartidos.
Pablo, en tanto, portaba una extensión de la tarjeta a nombre de Gotkin.
Por su parte, quedó establecido que Gustavo Serventich, socio y piloto del avión Cessna usado por Schoklender, tenía a su nombre, por Meldorek, una Tarjeta American Express gold.
Fuente: DyN