Una lluvia torrencial obligó a suspender el festival por la democracia, porque los recitales no podían hacerse, y ahuyentó a varios militantes que habían llegado desde el mediodía para alentar a la presidenta, Cristina Kirchner. El cielo se puso negro a media tarde. La jefa de Estado no sabía si podía salir de la Quinta de Olivos en helicóptero por la tormenta eléctrica. Su discurso estaba previsto para las ocho de la noche. Finalmente se hizo adentro de la Casa Rosada.
No podía retrasar el festejo para el fin de semana que viene, porque tiene otro simbolismo: es el aniversario de la caída de Fernando de la Rúa, el recuerdo de los saqueos y los muertos en la Plaza de Mayo, el mismo lugar elegido para celebrar los 31 años de democracia por la mandataria ayer.
Las principales columnas que coparon la plaza fueron las de la Tupac Amaru, de Milagro Sala; la de La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner; y la del Movimiento Evita, del piquetero Emilio Pérsico.
La columna de la Tupac colmó Diagonal Sur y era interminable. Las remeras blancas con letras negras se hicieron ver durante varios minutos en su peregrinar hacia la Plaza de Mayo. “¡Venimos bancando este proyecto!”, cantaban sus militantes. Sala apuesta a competir por la gobernación de Jujuy desde hace tiempo. Pero no está claro si lo va a hacer o si se va a aliar con el actual mandatario Eduardo Fellner.
Cerca de las cuatro de la tarde, los que demostraron capacidad de movilización fueron los juveniles de La Cámpora: una columna interminable llegaba desde la 9 de Julio por Avenida de Mayo hasta la Plaza. Con carteles, banderas y letras que formaban el nombre de la agrupación, fueron entrando de a poco. El secretario de la organización, Andrés “Cuervo” Larroque, había llegado más temprano, al mediodía, con una tropa más pequeña para posicionarse justo en frente al escenario.
Los del Movimiento Evita hicieron lo propio. Uno de sus líderes, Fernando “Chino” Navarro, pronosticó que habían metido 40 mil personas en la movilización para “bancar” a Cristina.
Cuando el sol todavía brillaba, largas filas de puestos ambulantes que vendían choripanes, hamburguesas y bebidas se colocaron en los alrededores de la plaza de Mayo. Vendieron desde gaseosas hasta fernet y cerveza. La hamburguesa costaba 25 pesos y la cerveza 15 pesos.
La avenida de Mayo amaneció copada por los camiones de fábrica de DNI y de la Agencia de Seguridad Vial que conduce el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El color azul se adueñó de la calle. Aunque no se tramitaron documentos, fuentes cercanas al titular de la cartera informaron que se trató de un espacio promocional porque mañana harán la presentación del operativo de documentos de identidad y de la seguridad vial para la costa atlántica, en el marco de las vacaciones de verano.
Randazzo es pre candidato presidencial y ya avisó que quiere competir con su oponente Daniel Scioli desde la gestión. Y eso es lo que intentó mostrar ayer: el nuevo DNI, la agencia de seguridad vial y la renovación ferroviaria son parte de su plataforma. La lluvia acalló los bombos y generó incertidumbre en la militancia.