"¿Te animás a cantar?", le preguntó Hernán Bauer a su hermano. Ernesto, barítono de toda la vida le dijo que aún no sabía, que iba a ver cómo reaccionaba cuando entre a ver por última vez al ex presidente Néstor Kirchner. Una vez que ingresó al Salón de los Patriotas de la Casa Rosada comenzó a entonar. Y no paró. Hasta la Presidenta se emocionó y lo tomó con sus manos.
"Fue super emocionante, un momento de conmoción y si bien esto lo armamos unos minutos antes, fue único en mi vida", comenta emocionado Esteban a Perfil.com. "Cuando pisé la Rosada me nació cantarle, expresarle y dedicarle el canto en honor a Néstor", dice y agrega que "cuando empecé a cantar estaba angustiado. Además, los que cantamos trabajamos con el cuerpo, con la garganta. Por un momento pensé que me iba a quebrar".
Sin embargo, Bauer pudo terminar con su homenaje: "Con la respuesta sincera de la Presidenta que se puso de pie y que me miraba agredeciéndome, tomé como una fuerza que me hizo llegar al fin". A pesar de que ya pasó casi un día, Ernesto dijo sentirse "aún emocionado" y que si bien sabe que "fue algo inconsciente, en esos instantes en los que se funde la magia, la música, uno acciona sin pensar".