La mesa de enlace de las cuatro entidades rurales anunció esta tarde su decisión de enviar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner una carta solicitando "una urgente audiencia para resolver los grave temas pendientes" que han llevado a una de las más duras protestas agrarias de toda la historia. La movida política del campo encierra dos lecturas: por un lado, esa respuesta al discurso conciliador de Cristina en la asunción de su marido en el PJ (fue un gesto también el silencio del ex Presidente), pero para cumplir con el airado reclamo de sus bases, los dirigentes ruralistas mantienen la protesta en las rutas y en el comercio de granos al menos hasta el miércoles próximo, cuando harán "una nueva evaluación".
Entre los principales asuntos que la Comsión de Enlace de las cuatro entidades del agro menciona en el pedido de audiencia a la Casa Rosada, se habla de la revisión de las retenciones y se vuelven a reclamar soluciones para los mercados de trigo, carnes y leche como asi también para las economías regionales.
"No es una contradicción seguir con la protesta y pedir una audiencia para volver al diálogo, sobre todo del tema de las retenciones, que es el gran problema hoy y si se resuelve podría destrabar el grueso de las situaciones que necesitan soluciones", dijo Eduardo Buzzi.
"Esto de estar en las rutas no es nuestro oficio, no somos piqueteros, queremos volver a trabajar, esto seguirá hasta el miércoles y si la Presidenta nos llama, están dadas las condiciones para que se pueda discutir", agregó el titular de la Federación Agraria.
"La protesta sigue viva", añadió Miguens, destacando que "hemos flexibilizado mucho nuestra posición, y de acuerdo al discurso de ayer, el campo también tiene las puertas abiertas y ojalá podamos recibir esas propuestas concretas que estamos esperando para poder solucionar esto de una vez".
"Después de 30 días, hemos hecho un esfuerzo enorme de reuniones técnicas y políticas, por eso necesitamos detalles concretos de las propuestas", indicó el titular de la Sociedad Rural.
"No vimos hoy a la conferencia de prensa del señor D'Elía, pero no creemos que sea el interlocutor válido en esta cuestión", se limitó a decir Mario Llambías cuando los periodistas les preguntaron a los ruralistas sobre el pedido que hizo hoy el piquetero oficialista de mayor peso político.
La movida que sigue, entonces, es la de Cristina Fernández de Kirchner. Se trata, posiblemente, de la decisión polìtica más importante de su vida. Y hablamos de ella en particular, sin nombrar a Néstor Kirchner, para no entrar en las chicanas del "doble comando" y otras frases que la desmerecen. Si Cristina reacciona con su orgullo herido (porque no levantaron el paro) y rechaza el pedido de audiencia, las derivaciones son imprevisibles. Las pérdidas que lleva costado el conflicto, económicas y políticas, son tan enormes, que ella será la primera beneficiada si le encuentra la vuelta a este dilema de las "retenciones móviles".
Los anuncios de los ruralistas fueron el corolario de una extensa jornada de los ruralistas en Santa Fe, donde se entrevistaron con el gobernador Hermes Binner, quien además de expresarles su apoyo instó al Gobierno nacional a "ampliar" la convocatoria al diálogo a "los otros actores económicos de la cadena" agroindustrial, así como a las provincias agropecuarias.
Buzzi destacó que la prolongación del paro no tiene fecha de finalización, aunque precisó que el miércoles 21 de mayo, la Comisión de Enlace de las entidades se reunirá "en algún lugar entre Ushuaia y La Quiaca" para analizar la evolución de los acontecimientos. "Cuando se resuelva el tema, todo el mundo a laburar. Esto de estar en la ruta no es nuestro oficio, no somos cortadores de ruta y si somos piqueteros, lo somos de manera circunstancial", indicó.
Además de Buzzi, estuvieron presentes en la conferencia los presidentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Fernando Gioino. Allí, los cuatro presidentes informaron que el paro mantendrá las características dispuestas el 7 de mayo pasado: restricción al transporte de granos para exportación y libre circulación del transporte de carnes, lácteos, otros productos perecederos, insumos y vehículos particulares.
Asimismo, se continuará con las movilizaciones, asambleas y tractorazos, sin cortes de ruta. Este último punto fue destacado por Buzzi para referirse a posibles réplicas de movimientos piqueteros afines al gobierno. "No hay ninguna razón para eso, no estamos en una actitud belicosa", señaló al respecto, minutos después de que en Buenos Aires el diputado Edgardo Depetri advirtiera que se respondería con otro paro si las entidades mantenían la protesta.
Buzzi también precisó que las cuatro entidades coinciden en que las retenciones a la soja deben bajar al 35 por ciento, pero sostuvo a título personal que en el caso de los pequeños y medianos "se les puede bajar a menos" de ese porcentaje.
"Si no, los pools y los fondos de inversión los pasan por arriba", a los pequeños y medianos productores, aseveró.
Como alternativa, el dirigente propuso "una ley de arrendamiento que ponga límite a la concentración fenomenal de la agricultura en la Argentina".