El Consejo de la UBA repudió la toma de facultades
Consideró que quienes realizan esas medidas de protesta "dañan el patrimonio común, obstruyen la
gestión académica y quiebran la convivencia democrática".
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Cedoc
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) rechazó ayer los "comportamientos sectarios" y el "recurso de la violencia" evidenciados en las tomas y la interrupción de clases en al menos cinco facultades porteñas. Las autoridades de la Universidad criticó que "los autores" de las tomas "dañan el patrimonio común, obstruyen la gestión académica y quiebran la convivencia democrática".
Además, objetó también la solidaridad que expresaron con los estudiantes secundarios porteños, que "quedó desvirtuada tanto por la violencia de la protesta como por la falacia de algunas acciones".
Por su parte, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) Alejandro Lipcovich fue recibido esta noche por el Ministerio de Educación nacional, pero en declaraciones a DyN aseveró que en el encuentro "no hubo respuesta concreta" al pedido sobre nuevos edificios para las facultades tomadas.
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El dirigente cuestionó que en la reunión con el jefe de Gabinete de la Secretaría de Políticas Universitarias, Daniel López, ingresaron "sólo tres estudiantes" cuando el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, "recibió a todos con 50 escuelas tomadas". "No hubo respuestas concretas, nos van a llamar, lo van a evaluar", dijo respecto al encuentro en la cartera que conduce Alberto Sileoni, y agregó: "El Ministerio le pateó la pelota a la UBA". Esta noche, en tanto, Lipcovich decidió suspender una conferencia de prensa que había convocado par mañana, a las 12, frente al Rectorado de la UBA para referirse a la marcha estudiantil y a las demandas de las facultades tomadas.
En un comunicado, el presidente de la FUBA explicó que ayer recibió "una amenaza de muerte" telefónica en la que le dijeron que los estudiantes se "dejen de joder con las ocupaciones". "Te vamos a matar", dijo Lipcovich que le expresaron a su teléfono celular. Tras esta intimidación, el dirigente estudiantil decidió radicar mañana una denuncia judicial ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, ubicada en Viamonte 1147. "Este accionar es una demostración elocuente de que la lucha en defensa de la educación pública crece día a día y de que, en vísperas de La Noche de los lápices pretenden limitarla apelando a los métodos de la intimidación y la patota", afirmó.
