Su abrupta salida de YPF, donde desde su posición de CEO llevaba las riendas de la petrolera, le dio tiempo a Sebastián Eskenazi, uno de referentes del holding familiar Petersen Group, para dedicarle horas perdidas a la paternidad. Ayer PERFIL lo retrató jugando con su pequeña hija.
Por estos días, su preocupación pasa por llegar a un acuerdo con el pool de bancos que financió su llegada a YPF en 2008 para evitar que un vencimiento por US$ 400 millones en mayo lo obligue a desprenderse del 25,9% de las acciones que aún controla Petersen Energía.
El holding habría arreglado con las entidades crediticias un waiver (prórroga) por tres meses para cancelar la deuda que caduca el mes que viene.
“Acordamos esperar un tiempo hasta que se sancione la ley de estatización y se defina qué pasará con el estatuto de YPF”, indicaron allegados al grupo Petersen.