Horas antes de que Mariano Ferreyra sea asesinado a la vera de las vías del ex ferrocarril Roca por una patota sindical, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, compartió escenario con José Pedraza, secretario general de Unión Ferroviaria .
El contexto fue el 5° Congreso y exposición ferroviaria Latinrieles que se realizó en Buenos Aires el 20, 21 y 22 de octubre en la sede de la Unión Ferroviaria de la calle Independencia 2880, en Buenos Aires. Según pudo saber Perfil.com, Juan Carlos "el Gallego" Fernández, representante de la línea Roca, también compartió el escenario.
Según los militantes de esta fuerza, que ese día lideraron un reclamo para la regularización de los contratados del Roca, entre los atacantes de la Unión Ferroviaria que los enfrentó sobre las vías estaba Pablo Díaz, conocido como fuerza de choque de Fernández.
La invitación al congreso tenía como objetivo "promover el intercambio de conocimientos entre los ferrocarriles de Argentina, América y Europa. A su vez, dar a conocer nuevas tecnologías aplicadas al modo ferroviario".
El día de la apertura Schiavi no mencionó a Pedraza. Su discurso fue por otro lado: “con el impulso a las nuevas empresas del Estado se pretende implementar líneas rectoras de planificación como herramientas para ayudar a la Administración Central en delinear un plan de desarrollo territorial para los próximos dos años, pero apuntando a cinco años y con políticas de estado”. En relación a su gestión dijo: “En este corto tiempo la idea es integrar modalidades, tanto del transporte de pasajeros como en el de carga”.
Silencio. Desde que el militante del Partido Obrero fue asesinado, Schiavi prefirió guardar silencio. Desde el primer minuto el Gobierno buscó vincular el crimen a Eduardo Duhalde, aunque luego la estrategia se desarticuló. Y también evitó responsabilizar a Pedraza.
Zulema Daher, del Peronismo Federal y vicepresidenta de la Comisión de Transporte dijo que pedirá que Schiavi informe en el Congreso sobre los subsidios que reciben los ferrocarriles, un tema que ya desató el enojo de Vilma Ripoll que denunció la mecánica entre el Estado y las empresas.
No es el único acto que el oficialismo compartió con Pedraza. El año pasado, la Presidenta acudió a la inauguración de un hospital de la Unión Ferroviaria en el Conurbano y, entre elogios, le entregó una estatuilla a José Pedraza al conmemorarse un nuevo aniversario de su sindicato. Por entonces, dijo "admirar" a la "organización sindical" de los Ferroviarios y a la CGT. La cercanía entre el oficialismo y el jefe de los Ferroviarios, vinculado a la "patota sindical" que disparó contra los militantes del Partido Obrero y los tercerizados, es difícil de ocultar.