Un empleado del diputado nacional Francisco De Narváez se presentó ante la Justicia para reconocer que él poseía el celular desde el cual se hicieron los llamados a uno de los imputados en la causa de la "ruta de la efedrina", pero intentó desvincularse de las supuestas sospechas en su contra.
Según informaron fuentes judiciales, el hombre se presentó hoy ante el juez en lo Penal Económico Ezequiel Berón de Astrada y aclaró que era empleado desde hace 19 años del empresario De Narváez en un establecimiento de Luján donde se practica polo.
Los voceros indicaron que el trabajador afirmó que tiene ese celular desde hace cinco años y que nunca habló con Héctor Benítez, que sería el alias de Mario Segovia, llamado el "rey de la efedrina".
El denominado Benítez está imputado en una causa por un contrabando de CD's y DVD's que investiga el juez Berón de Astrada y también aparece acusado en la causa por el tráfico de efedrina, a cargo del juez Federico Faggionato Márquez.
En las últimas horas, De Narvaez había asegurado en una presentación judicial que tenía 1.156 celulares y 379 equipos Nextel, uno de los cuales era usado por un auxiliar de un establecimiento agropecuario en Luján.
Desde ese teléfono, en 2006, se hicieron tres llamados que fueron vinculados a Benítez/Segovia, según investiga la justicia.
Ese año, por presunto contrabando, fue decomisado por la Aduana un cargamento de CD's y DVD's. El importador que debía retirarlo era Benítez, pero los investigadores detectaron que esa identidad correspondía a un preso y que el verdadero comerciante habría sido Segovia.
De Nárvaez se presentó espontáneamente en la Justicia federal y pidió ser investigado por este caso. En las últimas horas el legislador informó que había brindado el nombre del empleado a la Justicia y denunció "una persecución política del kirchnerismo".
Fuente: DyN
