El ex presidente Carlos Menem había sido intervenido quirúrgicamente en 1993. La operación se había realizado para liberarlo de una obstrucción de la arteria carótida interna derecha, que irriga sangre desde el corazón hasta el cerebro.
En la operación le extrajeron un ateroma que es una placa con colesterol propia de la aterosclerosis, que obstruía el 70 por ciento de su carótida.
Menem había sentido un cosquilleo en su brazo izquierdo y tenido un pequeño desvanecimiento esa misma mañana en la que fue intervenido, pero al otro día ya concedía visitas a sus correligionarios.
Hasta su total recuperación, el ex Presidente debió abandonar sus pasiones deportivas. Los médicos le había desaconsejado la práctica de fútbol por lo que se avocó por completo a jugar únicamente al golf.