Kajsa Bogland es enviada especial de la Radio Nacional de Suecia. Cada dos años recorre Latinoamérica en busca de las historias más salientes de cada país. Esta verano llegó a Buenos Aires con una misión: investigar el caso Skanska, el presunto pago de coimas en el marco de la licitación del Gasoducto Norte.
—¿Cuándo escuchó hablar del Caso Skanska?
—En julio, salieron en los medios suecos varios artículos sobre este escándalo. Nosotros tenemos la imagen de que en Latinoamérica hay corrupción. Y Skanska, que es una de nuestras empresas más grandes, terminó cayendo en eso. Desde aquí se ve que el escándalo de corrupción parece ser mucho más grande que un caso de evasión.
—¿Por qué es para Suecia un escándalo algo que ocurrió en el otro extremo del planeta?
—En Suecia prácticamente no tenemos corrupción. Y nos enorgullecemos de eso.
—¿Y lo mismo esperan de las empresas suecas que operan en el mundo?
—Ocurre que Skanska en particular tiene un alto perfil como compañía que lucha contra la corrupción. Ellos tomaron la iniciativa de crear un código de ética global para los negocios.