La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no suele hablar de los temas más espinosos de su gestión. Es parte de su estrategia para la reelección en octubre: lo suyo son los anuncios positivos y alejarse de los escándalos. Quienes hablan por ella suelen ser funcionarios de primera y segunda línea, aliados del gobierno o periodistas oficialistas.
Por eso no llama la atención que, ante los primeros resultados negativos del ADN de los hermanos Noble Herrera (una de las tantas batallas de la guerra del kirchnerismo contra el grupo Clarín), no haya declaraciones de la mandataria. Sí se manifestaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. De Cristina, ni una palabra.
No ocurría lo mismo hace un año. Durante un acto por el 34º aniversario del último golpe militar, el 24 de marzo de 2010, la presidenta prometía: “Si no encontramos justicia en la Argentina, yo como presidenta la voy a acompañar a otros tribunales internacionales". Desde entonces, sólo mencionó el tema al pasar, como lo hizo durante una conferencia de prensa -la única de su mandato- en febrero de ese año.
Cristina tampoco volvió a hablar de los ADN durante otra embestida contra Clarín, la presentación del informe sobre Papel Prensa, en agosto pasado. Por eso, y ante los resultados negativos, es improbable que la mandataria se pronuncie al respecto.