La vida del expolicía Adrián Hugo Montenegro cambió para siempre el día que denunció a la Policía bonaerense en agosto del año 2000 por haber armado un operativo que terminó en "La masacre de Los Polvorines" donde murieron acribillados tres presuntos delincuentes y un suboficial de la fuerza.
Luego de recibir amenazas tanto él como su familia, se exilió en Estados Unidos. Hoy vive en Boston y quiere volver. Denuncia que ninguna autoridad nacional le da respuestas y que por esa razón protestará por su causa en persona frente a la presidente Cristina Fernández de Kirchner cuando ella llegue a Nueva York el jueves.
Montenegro cuenta que llamó hace dos semanas "a la gente de Mariotto y no obtuve respuesta. (José) Ottavis tampoco me recibió, lo mismo con la gente de Daniel Scioli y el embajador Jorge Argüello". Como ya no sabe a quien recurrir intentará llamar la atención de Cristina. Al mismo tiempo denuncia: "La corrupción policial sigue como en la época de (Carlos) Ruckauf. Detrás de cada policía corrupto hay un político que lo protege", señaló en diálogo con Perfil.com al tiempo que afirmó que "aún me quedan algunos amigos dentro de la Bonaerense".
Montenegro se exilió hace 11 años. Fue el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) quien lo asesoró. En 2008 Estados Unidos le otorgó la ciudadanía y está tranquilo con su mujer y dos hijos. Pero quiere volver "porque es mi derecho, nunca me quise ir, me obligaron". No fue el único lugar al que tuvo que escapar. Ni bien hizo la denuncia tuvo que huir primero a Paraguay y luego a Uruguay.
Timerman poco amistoso. "En el 2005 me reuní con Timerman (en ese entonces era embajador argentino en Estados Unidos) y le dije que iba a protestar cuando Néstor Kirchner venga a Nueva York. Me mandó al servicio secreto y me obligaron a explicar mi carácter de refugiado. No lo pude creer. En lugar de ayudarme me complicaron todo aún más". A pesar de esto, aseguró que esta semana irá a sentarse frente al consulado argentino en señal de protesta. Este portal intentó hablar con el canciller pero no obtuvo respuesta. Lo mismo sucedió con funcionarios de seguridad vinculados a Mariotto.
Calvario. La masacre de Los Polvorines sucedió el 25 de agosto de 2000 cuando Eduardo Leguizamón, Sergio Torres y Fabio Bricela asaltaron un banco en Talar de Pacheco. De ahí huyeron a Los Polvorines. Minutos más tarde, cerca de 200 polícias cercaron a los tres asaltantes y los fusilaron. Cada uno recibió entre 50 y 70 disparos. También mataron por la espalda el sargento primero Julio Sánchez. Montenegro no fue el único que denunció que la bala que mató al policía vino de uno de sus compañeros, aunque los peritos nunca lograron demostrarlo. En noviembre de 2003, la causa fue cerrada por falta de pruebas.
Aquel tiempo Montenegro era cabo primero de la DDI San Miguel. Se presentó como testigo y declaró que todo había sido armado. A partir de ahí, las amenazas no fueron solo a él, sino también a su familia. Según denunció, a su padre le simularon un fusilamiento y a su hermana la secuestraron a pesar de tener custodia policial: "Terminó en el hospital de las piñas que le dieron", dijo a este portal. Ahora quiere volver. Aún espera que lo atiendan.
(*) De la redacción de Perfil.com.
