POLITICA
los efectos de la crisis

El fantasma de la desocupación llegó al interior

Una combinación de desabastecimiento con empleados suspendidos por las empresas, y las múltiples complicaciones en las rutas.

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| Cedoc

En Río Cuarto el desabastecimiento ya está a la vista. Ayer, durante 45 minutos, se produjo un corte total sobre la ruta 8 y A005, a la altura de Holmberg. Sólo se permitió el paso de automóviles y ambulancias. Los colectivos puedieron transitar pero con demoras. Tras la intervención policial, el lugar fue liberado parcialmente. Son alarmantes las cifras que se están dando a conocer sobre las consecuencias del paro en principales actividades industriales del interior. En las góndolas del sur cordobés hay escaséz de leche, huevos, aceite, carne vacuna, frutas y verduras, medicamentos y cigarrillos.

El conflicto sigue y pega donde más duele. La leche encabeza la lista de los productos de más carencia en el interior; Mendoza, San Juan, Córdoba, San Luis y sur de Buenos Aires son algunas de las provincias más perjudicadas.

Para Ernesto Lenasa Gerente de relaciones Institucionales de La Serenísima, el corte está generando una pérdida de 4.200.000 de leche por día; "los tambos tienen que ordeñar cada jornada indefectiblemente, no puede guardarse más de un día, la capacidad de alojamiento no alcanza, se le vende a las pequeñas pymes pero también han agotado su capacidad de albergue y nos vemos obligados a tirarla".

La situación empeora aún más en el sector avícola. Carlos Martínez Laje, Presidente de Goboaves dijo que si hasta el martes no hay una solución se termina la industria avícola en el país.

Desde que comenzó el paro llevan perdidos más de 9 millones de dólares, "criar una gallina para que ponga huevos lleva 7 meses, en este momento se nos están muriendo. Recién en marzo recibiremos nuevas ponedoras, es decir, de acá a un año recién tendríamos nuevas crías, ¿quién aguanta un año de crisis?".

Según las declaraciones de Lage por día Globoaves pierde 200 mil huevos, 15 mil pollitos bebé y 20 mil ponedoras. Para sobrevivir, las gallinas necesitan cada jornada 58 toneladas de alimento; "no se pueden comercializar huevos fertilizados, se intentó cruzar alimentos con camionetas, pero nos pararon y nos pincharon las ruedas cuando descubrieron la carga, es imposible aguantar tanto", advirtió Lage.

Las aceiteras. General Deheza y Alejandro Roca dejaron de producir en sus plantas ya que agotó su capacidad de almacenamiento de elaborados. La firma Prodeman dio licencia a unos 100 trabajadores, y sólo funciona el área de blanqueado de maní; Ca­ri­sel (también productora de maní), pa­ró to­da ac­ti­vi­dad por re­pa­ra­cio­nes, dejando unos 80 em­plea­dos suspendidos; en cooperativa agrícola Co­ta­gro res­trin­gie­ron tur­nos de tra­ba­jo y re­du­cen jor­na­das la­bo­ra­les. La empresa In­del­ma tam­bién interrumpió el trabajo de unas 40 per­so­nas, en tan­to que la aceitera Ol­ca es­ti­ma po­der con­ti­nuar tra­ba­jan­do una se­ma­na más, según informa El Puntal de Río Cuarto.