El ministro del Interior Aníbal Fernández, en el marco de su disputa con Felipe Solá, salió ayer a críticar la investigación por la desaparición del testigo Jorge Julio López.
Los cuestionamientos fueron respondidos por el fiscal que investiga el caso, Marcelo Martini, quien enfatizó que "no hubo ningún tipo de demora" en el operativo de rastrillaje que se realizó el sábado en un predio de La Plata y que para Fernández debería haberse hecho en “tiempo real”.
Fuentes de la investigación revelaron a la agencia oficial Télam que "pese a los dichos del fiscal, en la medianoche del viernes hicieron un pedido de allanamiento de un lugar -que no se puede precisar por razones de la propia investigación- y queel fiscal pidió una serie de detalles antes de hacer el allanamiento, lo que equivalió a demorarlo hasta el día siguiente".
No obstante, aclararon que "el allanamiento se hizo de oficio porque las personas propietarias del lugar accedieron de buena fe a la requisitoria policial, sin lo cual la investigación se hubiese demorado hasta el día siguiente".
El fiscal, a su vez, dijo: "No hubo ningún tipo de demora. Cuando se me avisó del dato, se actuó en forma inmediata", al referirse al rastrillaje que se realizó sobre un predio que tiene el sindicato de Salud en las afueras de La Plata.
Detalló que efectivos de las Policías Federal y Bonaerense y agentes de la Side llegaron hasta ese lugar tras una denuncia telefónica que indicó que López se encontraría en ese lugar.
Martini explicó que, con el consentimiento de la gente que estaba en ese predio, se realizó un "registro del lugar" hasta las 5, sin resultados, y se repitió por la mañana en todo el lugar, de unas seis hectáreas.